Salvaje homicidio de Mónica Tacumán: 11 años de prisión para Currumil
Así lo decidió el tribunal del juicio por el crimen de Mónica Tacumán en marzo del 2019. Currumil fue hallado responsable de homicidio agravado por el vínculo
El tribunal integrado por los jueces Marcelo Nieto Di Biase, Mirta del Valle Moreno y Mariel Suárez resolvió imponer a Luis Gerardo Currumil una pena de 11 años y 9 meses de prisión como autor del homicidio de Mónica Tacumán.
La pena, que además contempla accesorias legales y costas, fue definida por el voto mayoritario de dos jueces y dada a conocer a las partes este martes al mediodía. De esta manera se completa el fallo que días pasados los jueces habían informado respecto a un veredicto de culpabilidad para Currumil como autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vinculo en estado de emoción violenta.
El crimen de Mónica Tacumán ocurrió en la madrugada del 19 de marzo de 2019 en la localidad de Paso de Indios. En las horas previas, la mujer y el acusado -quienes eran pareja desde hacía por lo menos dos años- estuvieron bebiendo desde temprano con Adrián Ezequiel López, para luego ir los tres hasta la casa de otro vecino.
En ese lugar siguieron bebiendo y tras un entredicho con la mujer, Currumil se retiró del lugar, volviendo Tacumán y López a la casa en la cual ocurrió el crimen.
Currumil habría regresado al hogar y al no poder acceder por ninguno de los dos ingresos a la vivienda, habría observado a través de la ventana a la víctima junto a López en una situación íntima. Tras forzar el acceso a la vivienda por una puerta posterior ingresó a la casa y golpeó a López, quien huyó del lugar prácticamente desnudo, mientras Currumil atacó a la mujer, primero a golpes de puño y luego tomando un rifle de aire comprimido le asesta diversos culatazos en la cabeza y distintas partes del cuerpo hasta acabar con su vida. Las certificaciones médicas aseguran que Andrea Mónica Tacumán murió por una hemorragia cerebral severa, y se constataron unos 27 golpes en su cuerpo.
Producto de las lesiones sufridas, principalmente en el cráneo, la mujer murió en el lugar, en tanto que Currumil se entregó posteriormente ante los efectivos de policía que realizaban los primeros peritajes en el lugar del crimen.