El Presupuesto 2025 estima una inflación del 18,3% y el dólar oficial a $1.207
Son algunas de las previsiones de la pauta de gastos presentada por el presidente Javier Milei al Congreso. También se prevé un resultado financiero superavitario de 190.655 millones de pesos
En el Presupuesto 2025 que el presidente de la Nación, Javier Milei, presentó este domingo ante el Congreso se estima que la inflación se desacelere a un 18,3% interanual, el nivel más bajo desde 2009 (14,8%), según la medición del IPC Congreso, mientras que el crecimiento será del 5% del PBI y un dólar a $1207.
El Gobierno estimó que este año la inflación cerrará en un 104,4% y la cifra proyectada para el año próximo, representa un 1,4% mensual. Eso es igual a 9,6 puntos porcentuales que se sumarán a los 94,8 puntos ya registrados desde que comenzó el año.
En 2025 los precios se desacelerarán bruscamente a 18,3%, según el proyecto, luego del 104% de este año y del 211,4% de 2023. Es decir que el Gobierno prevé una reducción muy fuerte de la inflación, y la tendencia indica que para 2026 se espera un 11,6% y para 2027 de 7,4%.
El 18,3% estimado para 2025 contrasta de plano con otras proyecciones. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publica el Banco Central, marca que la inflación anual en 2025 será de 38,4%, más del doble de la estimación oficial (el REM también indicó que 2024 terminará en 122,9%). El FMI, en tanto, en su última proyección marcó que los precios treparán 45% el año que viene. Ambas estimaciones están muy por arriba del cálculo oficial.
Con respecto al valor del dólar oficial, la proyección que hizo el Gobierno contempla que se ubique en diciembre de este año en $1.019,90 y un aumento de 18,3% para 2025, que llevaría el dólar oficial a $1.207 en diciembre de 2025.
Además, el Presupuesto se proyecta “levemente superavitario” en términos del PBI, con un resultado primario que alcanzaría 1,3%. En 2024, el Gobierno considera que sería positivo en un 1,5% del PBI.
En cuanto al sector público nacional, se prevé un resultado financiero superavitario de $190.655 millones, con recursos totales de $125.936.982 millones (el 16,5% del PBI, una baja de 0,2 puntos del PBI respecto a 2024) y gastos totales de $125.744.647 millones (16,5% del PBI).
Según se desprende de estos números, los gastos totales serán inferiores a los estimados para 2024 (-0,2 puntos del PBI). En cuanto al Producto Bruto Interno, se proyecta una suba del 5% para 2025 y que siga con un crecimiento sostenido del 5% en 2026 y del 5,6% en 2027. La suba estará impulsada por la industria y el comercio, con subas de 6,2% y 6,7%, respectivamente.
“Por su parte, el sector agropecuario avanza 3,5%, luego de la recuperación de la cosecha del corriente. En suma, los rubros de bienes crecen en promedio 5,6%, por encima de los servicios, que suben 4,4%”, explica el documento. A su vez, el Gobierno espera que las exportaciones por bienes y servicios crezcan 7,7% el año que viene, después de la caída de 7,5% de 2023 y el salto de 23,2% de este año.
“Las cantidades exportadas de bienes y servicios se proyectan con un incremento de 7,7% en 2025, manteniendo un sendero de crecimiento en 2026-2027, mientras que el volumen importado también continúa avanzando, traccionado por el crecimiento económico, pero con una elasticidad al PIB decreciente hacia el fin del período. El valor exportado de bienes y servicios se proyecta con un aumento de 9,0% y el valor importado con una suba de 13,4% en 2025, resultando en un superávit comercial de USD 20.748 millones en el año”, explicó el documento oficial.
“Por el lado de la demanda, se prevé una recuperación de todos los componentes; en particular, el Consumo Privado crece 4,5% y la Inversión, 9,9%. Continuando con los componentes de la demanda, se proyecta que el Consumo Privado siga creciendo en 2026-2027 (4,3% y 4,7%). También se proyecta un crecimiento sostenido de la Inversión (9,6% en 2026 y 10,2% en 2027)”, agregó el documento.
En su presentación, Milei planteó: “No es casualidad que hayamos vivido con una inflación desorbitante durante el último siglo, habiendo terminado el año 2023 con la inflación interanual más alta del mundo, por encima de Venezuela y el Líbano. No es casualidad tampoco que, en los últimos 120 años, hayamos pasado de tener el PIB per cápita más alto del mundo a ser un país donde el 60% de la población es pobre”.
“La inflación es producto de financiar el déficit con emisión, y la destrucción del capital es producto del endeudamiento que genera el déficit”, explicó.
Fuente: El Parlamentario