Salud integral, una alternativa preventiva
La posibilidad de sabernos artífices de nuestro bienestar y salud con terapias complementarias. Ejercicio, respiración consciente y una alimentación adecuada.
La investigación y reflexión constante sobre el alimento, nuestra relación con él, la salud y nuestras acciones, nos lleva en ocasiones a profundizar en las medicinas tradicionales de los pueblos, como el Ayurveda, medicina tradicional de la India; la MTC, Medicina Tradicional China; y las medicinas de pueblos originarios de nuestros territorios.
Filosofías como el Naturismo, el Higienismo o la Macrobiótica se relacionan con estos conocimientos y buscan aportar herramientas para entender la salud como una totalidad, en la cual no somos pacientes sino activos hacedores a partir de nuestras decisiones y acciones diarias.
Cómo es entendida la enfermedad
Desde el naturismo, la enfermedad es entendida como carencia de salud, por lo tanto, no es una acción vital anormal sino un mensaje del organismo, correctivo o reparador. El objetivo de este mensaje es promover un cambio en las condiciones existentes en el organismo. Según este punto de vista, la enfermedad se produce porque el individuo ha permitido el ingreso de toxinas al organismo: cuando la cantidad de desechos sobrepasa la capacidad del organismo de eliminarlos, éste se sobrecarga y, en lugar de permanecer inactivo, reacciona intentando neutralizar y eliminar las sustancias tóxicas que pueden afectar la salud en su totalidad, tanto física como mental. La energía vital de la persona también se ve afectada por esta sobrecarga tóxica.
El síntoma
En este contexto, el síntoma es entendido como un alerta sobre algo que está sucediendo en el organismo y, por lo tanto, no debería ser combatido o acallado sin más: en las terapias complementarias y medicinas tradicionales se trabaja a partir de él para identificar las causas que lo generaron. De esta manera es posible trabajar, activamente, en revertir las condiciones que llevaron a los síntomas, que no son otra cosa que el esfuerzo del organismo por sanar. Éstos pueden ser de naturaleza leve y solemos no prestarles mucha atención, hasta que se vuelven repetitivos o incluso crónicos: dolores de cabeza, dolor en las articulaciones, dolores de espalda, fatiga, náuseas, indigestión, congestión nasal, etc. Sin embargo, identificarlos y tomar cuenta de su frecuencia, es el primer paso para tomar acciones correctivas.
Desintoxicación
El organismo cuenta con órganos emuntorios que son los encargados de extraer los residuos de la sangre y de la linfa y eliminarlos hacia el exterior. Éstos son:
Estos órganos, sin embargo, tienen dificultad para actuar en caso de intensas acumulaciones de residuos. Desde estas disciplinas complementarias, se trabaja en estos casos con herramientas de drenaje: se trata de estimular el trabajo de filtración y eliminación de las toxinas a través de los órganos emuntorios. En ocasiones no supone un tratamiento médico, entendido como tal desde la medicina alopática, sino una serie de recomendaciones que pueden incluir ayunos, monodietas, uso de plantas medicinales, masajes, lavados intestinales (terapia colónica), ejercicio físico en general y ejercicios respiratorios, entre otros.
Todas estas recomendaciones incluyen otras que son generales: evitar productos industrializados, químicos, refinados, cafeína, alcohol, tabaco y drogas; y sumar alimentos de origen vegetal, con buena cantidad de fibra y líquido.
Una vez lograda la desintoxicación, es preciso modificar hábitos nocivos, para evitar la re-intoxicación.
La naturaleza de las toxinas: pueden ser internas o externas:
Las internas son producto del metabolismo de los alimentos ingeridos, naturalmente sometidos al proceso de degradación. Podemos mencionar la urea y el ácido úrico, producto de las proteínas; el ácido láctico y el gas carbónico, producto de los hidratos de carbono; y los ácidos cetónicos, producto de las grasas.
Las externas tienen distintos orígenes: por un lado hay sustancias tóxicas en alimentos industriales como conservantes, saborizantes, colorantes, edulcorantes, etc, a los que se suman pesticidas, fertilizantes, antibióticos, hormonas sintéticas... Y también son consideradas toxinas externas aquellas producto de la cosmética industrial, sustancias que ingresan por la piel como tinturas o cremas, y otras que ingresan por vía respiratoria, como humo de cigarrillo, smog y otros productos de la contaminación ambiental.
Cómo se evidencia la presencia de toxinas
Mencionábamos los síntomas que indican presencia de toxinas, podemos agruparlos de la siguiente manera:
Hipócrates, médico griego nacido en el año 460 a.C, explicaba de este modo la relación entre enfermedad, toxinas y órganos emuntorios:
"Todas las enfermedades se curan mediante alguna evacuación, o por la boca, o por el ano, o por la vejiga o por algún otro emuntorio. El órgano del sudor es uno de ellos, común a a todos los males."
Si la enfermedad fue provocada por intoxicación, desde el naturismo, solo la desintoxicación puede curarla.
Crisis de limpieza
La curación de cierta enfermedad supone la expulsión de los desechos causantes fuera del organismo y la reparación de los tejidos afectados, en un terreno que ha recuperado su normalidad. Previamente tienen lugar las llamadas crisis de limpieza, que pueden ser agudas o crónicas. En el caso de las agudas, el trabajo de eliminación es brusco y amplio; en las crónicas, se observa un enfrentamiento permanente entre los esfuerzos permanentes y crónicos de neutralización y eliminación y en continuo proceso de intoxicación.
En ambos casos es preciso, desde una mirada holística, tomar conciencia de lo que está sucediendo para poder tomar acciones correctivas. Estas disciplinas nos acercan herramientas para contribuir activamente a mejorar el propio estado de salud.
El trabajo conjunto de la Medicina Alopática y las Terapias Complementarias
Los conocimientos que aportan las disciplinas mencionadas (un tiempo atrás llamadas terapias alternativas, hoy entendidas como complementarias), no contradicen ni pretenden suplir las indicaciones médicas ni los tratamientos, sino por el contrario, buscan sumar herramientas y comprensión sobre el rol activo del enfermo en su curación.
Actualmente este trabajo conjunto está cada vez más afianzado: no es extraño que el médico generalista nos indique hacer ejercicio físico, practicar respiración consciente y, por supuesto, tener una alimentación adecuada.
Lo interesante de estos enfoques es la posibilidad de sabernos artífices de nuestro bienestar, a partir de herramientas que están cada vez más al alcance de la mano. Una correcta combinación de atención médica profesional y herramientas de las terapias complementarias, puede llevarnos, sin duda, a modificar estados de carencia de salud y a vivir una vida más plena.