Un individuo fue condenado por vender armas de fuego de forma ilegal
La Brigada de investigaciones de Esquel, detectó la venta de armas a través de un grupo de Facebook.
Alan Gabriel Beloqui fue condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso, reglas de conducta y costas del proceso, en tanto que Carlos Eduardo Aranda accedió a una Suspensión de Juicio a Prueba por dos años, con reglas de conducta.
La investigación fue realizada por la fiscal María Bottini y Martin Robertson mientras revestía el cargo de funcionario de Fiscalía.
La investigación se inició el 17 de Julio de 2020, por la Brigada de Investigaciones de Esquel, a partir de publicaciones realizadas en la red social Facebook, en un perfil denominado “Caza y Pesca Chubut” donde se ofrecían armas a la venta.
En el mencionado perfil había un número de contacto, el cual al ser consultado a través de la Dirección de Asistencia Judicial en delitos Complejos y Crimen Organizado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, resultó ser titularidad del Sr. Alan Gabriel Beloqui.
Posteriormente, con la implementación de medidas de investigación se pudieron identificar las personas que participaban de la venta ilegal de armas, tanto vendedores como compradores.
Fue a raíz de ello que se llevaron a cabo diversos allanamientos en las localidades de Trevelin, Esquel, Cholila, El Maitén, Gualjaina, Rawson y en la Provincia de Buenos Aires, en los cuales se secuestraron una gran cantidad de armas de fuego.
Como resultado de las diligencias mencionadas, en el domicilio de Beloqui, Alan Gabriel se secuestraron tres armas de fuego: un revolver calibre 22 marca Galand; una carabina calibre 22, modelo 71, las cuales tenía en su poder sin la debida autorización legal; municiones (4 cartuchos de bala calibre 22), así como también distintos elementos para la reparación de armas de fuego (implementos de metal y plástico para la fabricación de accesorios y soportes de armas de fuego), lo cual sumado al resultado de la pericia efectuada sobre su celular, determinó que proveía armas de fuego sin estar habilitado para ello.
En el domicilio de Aranda se secuestró su teléfono celular. Habiéndose peritado el mismo se estableció el vínculo con el Sr. Beloqui en relación a la provisión de armas para su posterior venta en forma ilegal, lo cual realizaban de manera conjunta.