Este jueves se conocerá la condena por un violento robo en Trevelin
Los dos imputados, Ingram y Barrientos fueron condenados pero resta saber el monto de la pena. La Fiscal pidió 9 y 7 años de prisión por el robo agravado.
El tribunal conformado por los jueces Jorge Novarino, Hernán Dal Verme y Martín Zacchino darán a conocer este jueves la sentencia completa en relación a dos imputados por el robo cometido en una vivienda de Trevelin.
Todo sucedió el 29 de junio del 2020. Allí la Fiscalía tomó intervención por la denuncia de un hecho grave. Aproximadamente a las 21:10 hs, uno de los imputados llamó a la puerta del domicilio del denunciante, su vecino.
Al abrir, dos sujetos habrían sorprendido al anfitrión, uno lo habría golpeado con un caño de hierro en la cabeza al menos tres veces. Inmediatamente, el vecino habría arrojado una estocada al pecho de la víctima con un cuchillo. Hicieron subir al denunciante a la planta alta, lo arrojaron al piso y uno de ellos volvió a pegarle en la cabeza con el mismo hierro, mientras el otro intentaba apuñalarlo sin éxito por la resistencia que ofreció el denunciante.
Ataron con cinta las manos de dos mujeres que había en la vivienda. El denunciante se levantó y arrojó contra la pared a uno de los atacantes, otro se acercó por atrás, lo sujetó con un brazo presionándole el cuello mientras con la otra mano le efectuó golpes de puño en la cara a la altura del pómulo derecho. Forcejeando cayeron por las escaleras. Una de las mujeres se acercó a la escalera, situación que fue aprovechada por otro de los imputados para empujarla y hacerla caer hasta la planta baja.
El relato del denunciante continuaba indicando que ya en la planta baja se incorporó e intentó abrir la puerta para pedir ayuda, pero antes, su atacante le gritó a un cómplice que estaba afuera, que no le permita que salgan. La fuerza de la víctima logró vencer la sujeción del picaporte del coimputado, abrió la puerta y pidió ayuda a los vecinos.
Días atrás se conoció el veredicto de declaración de la responsabilidad penal para Marcos Barrientos y Miguel Angel Ingram, como coautores de robo calificado por el uso de armas en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad cometida con violencia.
En la audiencia de debate por la pena, la fiscal María Bottini pidió al Tribunal la imposición de una pena de 9 años de prisión para Barrientos y 7 años de prisión para Ingram. La diferencia temporal la fundamentó en la participación en el hecho, que se probó en el debate respecto de cada uno de ellos.
La fiscal valoró con mayor gravedad que Barrientos facilitó el ingreso del grupo de asaltantes al domicilio, valiéndose de su relación previa con las víctimas. En el desarrollo del hecho se probó que golpeó a una víctima, la sujetó, participó de la sustracción de elementos y facilitó su domicilio como lugar de reunión de sus cómplices como para el ocultamiento de estos y de los objetos robados.
Ingram asumió el rol de "campana", participó de la planificación pero su rol en el desarrollo del hecho no es igualmente reprochable que el asumido por el coimputado.
"Es un hecho de criminalidad elevada, tuvo planificación, hubo víctimas lesionadas, contaban con información previa, privación ilegítima de la libertad..." detalló la fiscal, refiriendo que una de las víctimas declaró en juicio que existió un ataque sexual. La joven no quiso denunciar ni que se investigue ese hecho, sin embargo sostuvo bajo juramento de decir verdad, que existió. Bottini habló de la afectación a las víctimas, evidenciada en que no quisieron participar de todas las audiencias por temor a encontrarse cara a cara con los autores.
Valoró como agravante el tipo de elementos secuestrados: celulares y notebooks, que dejaron incomunicadas a las víctimas por un tiempo y que contienen información confidencial que hace a la intimidad de sus propietarios. La Fiscal pidió que los imputados permanezcan en prisión preventiva hasta que la sentencia quede firme.
El abogado defensor, Daniel Sandoval habló de las dificultades de salud de Ingram y el modo en que lo afecta la privación de la libertad. Luego desarrolló un fundamento para que los jueces fijen una pena por debajo del mínimo legal, que permita su cumplimiento en suspenso. Para el caso que rechacen este fundamento solicitó la aplicación del mínimo de cinco años. Por otra parte se opuso a la prisión preventiva de Ingram por el efecto traumático que tiene para él el encierro. Defendió el derecho a permanecer en libertad hasta que exista una sentencia condenatoria firme
La Dra. Graciela Conesa, defensora de Barrientos, adelantó que recurrirá la sentencia ante la Cámara Penal. En relación a la pena resaltó que su defendido no portó armas en el hecho, no causó lesiones, no ingresó con el rostro tapado, no sustrajo los elementos que generaron la imputación de robo... por todo esto merece una pena menor. "Los jueces llegaron a una decisión de responsabilidad considerando elementos indiciarios, pero en esta etapa del proceso es menester que analicen con detenimiento cuál fue la intervención que tuvo Barrientos", sostuvo.
"Si bien se acreditó que teóricamente existió un plan, lo cierto es que no hubo ningún elemento objetivo que pudiera traer el MPF para afirmar que Barrientos tuvo intervención en el diagrama o en pergeñar ese plan que fue analizado". Indicó que las evidencias de esa planificación involucran a los demás imputados, pero no a él. Resaltó además que los otros imputados en el hecho, que reconocieron su responsabilidad en un juicio abreviado, fueron condenados a la pena de cinco años de prisión y para él se está pidiendo una pena muy superior.
Señaló que Barrientos no tiene antecedentes penales y solicitó la aplicación de la pena mínima, cinco años de prisión. Sobre el pedido de prisión preventiva, pidió que se mantenga el arresto domiciliario hasta que la sentencia quede firme.
El veredicto
El Tribunal tuvo por probada la autoría de Ingram a partir de varios elementos. En primer lugar por el intercambio de mensajes entre él y Barroso (ya condenado en un juicio abreviado). En esos mensajes se pergeñó el hecho, con detalle. El cotejo de ese plan con la declaración de la víctima en el debate, enlaza el rol asignado a Ingram en la planificación con el que tuvo quién actuó de campana. Por otra parte la víctima reconoció su voz. Otro indicio que lo incrimina es que fue hallado en el domicilio de Barrientos, lugar en el que se apostó una consigna policial, varias horas después del hecho y con todos los elementos denunciados como sustraídos. En la sentencia el Tribunal citará los demás indicios que colocan al imputado en el lugar y momento del hecho.
Barrientos también se encuentra implicado en el intercambio de mensajes de planificación, con un rol preponderante a partir del acuerdo de reunión de todos los implicados en su domicilio, el sabía que en ese domicilio había marihuana que podía ser robada y la quería para su novia.
Consideraron probado los jueces que participó de la agresión a la víctima sujetándolo por la espalda y pegándole golpes de puño en la cara, mientras Barroso y Fogtman, ya condenados en juicio abreviado, lo atacaban uno con un cuchillo y otro con un caño.
El tribunal desestimó los argumentos de la Defensa, entendiendo probada su participación en el hecho como uno más de los autores, por la conducta desplegada durante el mismo y una vez que este concluyó y se refugió en su domicilio junto a los demás autores. Novarino relató que si Barrientos no tenía nada que ver en el asunto, siendo amigo como señaló la defensora, era esperable que al menos se quedara a desatar a las jóvenes que se encontraban con sus muñecas encintadas, o que permaneciera allí para contar lo sucedido a la policía.