Recusado por la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia, y por el Cels (Centro de Estudios Legales y Sociales), el 30 de diciembre el juez federal Gustavo Lleral admitió la recusación y no seguirá  actuando en la causa. El  expediente fue devuelto a la Cámara de Comodoro Rivadavia.

Dijo sentirse moralmente "afectado" porque, según expresó, los familiares tergiversaron el contenido de la conversación que mantuvo con Stella Peloso, mamá de Santiago, cuando la llamó para anunciarle que iba a cerrar la causa.

El reemplazante podría ser algún magistrado federal de Chubut, Santa Cruz o Tierra del Fuego, indican fuentes judiciales.

La familia  Maldonado indicó a través de un escrito que  "Otra vez los jueces se nos ríen en la cara", pocos días antes de fin de año cuando ese tribunal ordenó que la investigación por la desaparición y muerte de Santiago volviera al juzgado de Lleral. Este había sido el magistrado que hace un año dictó el archivo del caso, una decisión que los camaristas revocaron, por lo cual resultó inentendible que volvieran a enviarle la causa.

"Debido a esta decisión absurda de la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia hemos presentado la recusación del juez Lleral, y seguimos luchando en desigualdad contra un sistema judicial que en algún momento deberá cambiar, no solamente por el caso de Santiago y por nuestra familia, si no por todas las familias que lo padecen y que no encuentran ni Verdad ni Justicia", había escrito la familia en el sitio Justicia por Santiago Maldonado. Durante las idas y vueltas en la justicia de Chubut quedó claro lo que había anticipado la abogada Heredia, cuando dijo que no hay quién pueda hacerse cargo de un caso de esta envergadura.

"Es el mismo juez que se comunicó con la madre de Santiago y se excusó diciendo 'cerré la causa porque estoy siendo presionado y apretado'", recordó la familia tal como había denunciado en su momento, lo cual fue desmentido por el magistrado, esta vez no ante los micrófonos de la prensa hegemónica sino en un texto judicial.

Pero Lleral también dijo lo suyo y habló de  violencia moral "al afectar mis íntimas convicciones, con motivo de cargar con el deber de rever una decisión judicial que entiendo justificada y que, más allá de su revocación, no borra la opinión ya vertida que se erige como motivación indiscutida de mi apartamiento de la causa". Es decir, la misma Cámara que le ordena seguir investigando vuelve a poner al frente de esa pesquisa al juez que considera que ya está terminada.

Fuente: Pagina 12