Los fines de semana largo con fines turísticos se consolidaron como una estrategia política exitosa para dinamizar a las economías regionales. El cambio en los hábitos de consumo continúa manifestándose en cada uno de estos periodos, donde el público aprovecha para hacer escapadas cortas low cost o como excursionistas en ciudades o provincias vecinas.

A pesar de los vuelos afectados y el mal tiempo, la gente eligió viajar. El fin de semana largo por el 12 de Octubre, Día del Respeto a la Diversidad Cultural, movilizó a 2,9 millones de turistas y excursionistas por la Argentina, que desembolsaron en forma directa $4.392 millones en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional.

En total viajaron 1.050.000 turistas, 6% más que en el mismo fin de semana largo del año pasado. Con un consumo diario de $1.520 cada uno y una estadía media de 2,1 días, gastaron $3.383,5 millones, 42,5% más que en la misma fecha de 2018.

Completaron el fin de semana 1.833.800 excursionistas que se desplazaron de una ciudad a otra a pasar el día. Con un costo promedio de $550 per cápita, se estima que movilizaron $1.009 millones.

Al gasto directo hay que agregar el efecto multiplicador que luego se genera, en algunos casos automáticamente y en otros, con algún rezago.

Las condiciones del tiempo complicaron el fin de semana, especialmente por las tormentas en Buenos Aires que dificultaron la salida de vuelos a todo el país y llevó a que muchos bonaerenses y porteños cancelaran o postergaran sus mini-vacaciones. De todos modos, en el sur del país y en la zona de Cuyo, el tiempo fue mayormente bueno. En el Litoral y Centro, más tormentoso.

Un factor que ayudó este año a que crezca el turismo a pesar de las condiciones económicas, fue el tipo de cambio: desalentó a viajar al exterior y alentó a muchos extranjeros a venir a la Argentina, especialmente de los países de América Latina que comparten el mismo feriado.

Hubo ofertas, cuotas sin interés y promociones tanto en el sector hotelería y gastronomía como en la actividad comercial.

Todos los destinos tuvieron su público, especialmente la Patagonia con muchos arribos internacionales, Cuyo, Misiones y particularmente Córdoba con el turismo estudiantil. Hacia Entre Ríos, un clásico de esta época, las tormentas complicaron más. Lo mismo con la costa argentina.