Pensando una Moda Sustentable ¿sabés de qué se trata?

Por Fer Seguí

Hoy tengo ganas de hablarles de moda, pero desde otro lugar. Soy una gran fan de la moda y las tendencias desde que puedo recordarlo. Aún cuando no me dedicaba 100%, la moda ocupaba gran parte de los intereses de mi vida.

En algún momento hace no mucho tiempo fui una consumidora sin control, hasta que un día empecé a sentirme no tan cómoda con eso. Siempre quise tener mi propia marca o productos, y comencé a interiorizarme en la industria: cómo se produce, de qué manera, de donde viene la materia prima, las fibras sintéticas y las  naturales, entre tantos otros temas de esa industria.

Descubrí cosas que me parecieron muy tristes en la forma de producir fibras y confeccionar textiles. Todo eso me llevó repensar mis hábitos de consumo. Entendí que muchas de mis compras tenían más que ver con una necesidad de mostrar algo, tenía poco que ver conmigo, y se vinculaban con  generar una satisfacción instantánea y efímera, más que un verdadero compromiso con lo que necesitaba en mi guardarropa y lo que iba a usar mucho.

Es un proceso largo que aún recorro y que me gustaría compartir con ustedes, creo que les va a servir a tener una mirada diferente sobre nuestro guardarropa.Verán que soy insistente con usar mucho, cuidar la ropa, hacer compras inteligentes, hacer guardarropa cápsula y minimalista (en la próxima nota hablamos de eso), comprar poco, de calidad y que dure, entre otros consejos que siempre les doy.

No quiero destruir la industria de la moda, porque me encanta la moda,  solo quiero generar consciencia sobre el impacto social, ambiental y cultural que tiene esta industria y trabajar en pos de mejorar sus condiciones. En este camino me sumé como colaboradora de la ONG Hecho por nosotros, una ONG que promueve la sustentabilidad en la industria de la moda, tiene status consultivo de Naciones Unidas y hace un gran trabajo de educación e investigación sobre esta problemática. Las invito a contactarme si quieren ser parte o si quieren saber más sobre ella.

Seguimos.... si hay algo que compartimos todos los que vivimos en la cordillera es la importancia que le damos al cuidado del ambiente. Muchas veces noto que cuando el impacto ambiental está lejos de casa, le prestamos poca atención, lo ignoramos, o no nos interiorizamos. Esta creo que es la situación con la industria de la moda en general, cómo los centros de producción masivos están lejos, Buenos Aires o Córdoba como los más cercanos; o China, India y África más lejos, pero muy cerca cuando miramos las etiquetas; esta distancia nos aleja un poco del problema y de comprometernos con posibles soluciones. Pero todos sabemos que más tarde o más temprano las consecuencias ambientales llegan a todos lados, aunque no se produzcan cerca de casa.

La confección y teñido industrial de telas genera un gran impacto ambiental; pero también  industrias como la algodonera utilizan el 10% de los agroquímicos de la producción primaria mundial y son responsables de un porcentaje altísimo de la deforestación en Latinoamérica. Doy el caso del algodón porque es el más estudiado, pero podría enumerar unos cuantos más.

Otro tanto sucede con el impacto social de la producción textil. En un alto porcentaje la mano de obra utilizada en la confección se encuentra en condiciones laborales muy por debajo de los stándares mínimos y en general son pocas las empresas dispuestas a pagar más del salario mínimo, pese a su generosa rentabilidad. Otro punto más que importante es que suele utilizar un porcentaje alto de trabajo infantil. Debemos decir que esta industria es la que peores salarios paga en relación a su rentabilidad, aún en el segmento de más alto valor.

Podría seguir con más ejemplos pero no las quiero aburrir, la pregunta es ¿qué podemos hacer nosotras para ayudar a mitigar estos impactos y a generar una industria más consciente? Como siempre les digo, aunque vivamos en una ciudad pequeña, nuestra voz es escuchada y nuestras acciones son tenidas en cuenta. Sabemos que impacto cero es una utopía, el ser humano por el solo hecho de estar sobre este suelo ya está impactando, pero podemos elegir la manera minimizarlo.

Mis sugerencias son: planificar nuestras compras y nuestro guardarropa a consciencia, conocer las marcas a las que les compramos, exigirles que nos expliquen dónde y cómo producen, mirar las etiquetas, utilizar responsablemente los productos que tenemos y cuando ya no los usemos más pensar en darle una segunda vida, tratar de generar la menor cantidad de deshechos.

Tengamos consciencia hacia dónde va esa remera que no usamos más, la basura no puede ser un problema solo hasta que la sacamos al tacho de afuera de casa, debe importarnos que pasa con ella después. Un gran consejo que quisiera darles es que compren marcas responsables con la materia prima que utilizan, con la mano de obra que contratan, con las prendas que descartan, con el volumen que producen. Esto no tiene que ver con el precio, aunque si debo decir que una marca comprometida con estos principios necesariamente será más cara que otra que no lo es.

Considero que como somos una sociedad comprometida con el ambiente, tenemos que ser responsables con todas las formas en que éste es impactado, por eso tenemos que pensar de qué manera podemos colaborar en propagar este mensaje y generar un consumo más responsable de la industria de la indumentaria.

Mi lema es, "compren de calidad, usen hasta el final y descarten con responsabilidad"

@fersegui

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