Siempre les hablo de tendencias, de lo que se usa y lo que no. Me encanta estar al tanto de lo nuevo, lo que se viene, pero más me encanta comprender y ver los movimientos sociales asociados a esas tendencias que se manifiestan en la moda.

Desde ya hace algunos años y con más fuerza cada vez la tendencia que se instala es la sustentabilidad, entendiendo no solo al cuidado del ambiente sino también al respeto del trabajador y sus condiciones laborales.

Cada vez más quienes somos conscientes del ambiente y el daño que le estamos haciendo, la industria de la moda no escapa a este, de hecho es una de las más contaminantes del mundo. Y tampoco escapamos nosotros como consumidores a la responsabilidad que nos cabe. La sustentabilidad ya no es una tendencia, es una realidad.

Hay muchas ONG trabajando en concientización sobre las forma de producción y consumo. Uno de sus mayores objetivos es informar al consumidor, que por desconocimiento muchas veces hace mucho daño.

ONGs como Hecho por nosotros, Fashion Revolution trabajan en este sentido y tienen muchísima información. Las marcas de a poco se van comprometiendo cada vez más, no solo por convicción, sino porque el consumidor, sobre todo el más joven, lo exige. Patagonia, Nous, Ecoalf, Everlane, muchas en el mundo tienen a la sustentabilidad como una misión.

¿Pero que podemos hacer cada uno de nosotros? Podemos y debemos ser responsables de nuestros hábitos de consumo, no consumir marcas que dañan el ambiente y a los trabajadores, comprar ropa usada y la que no usamos más llevarla a una  feria, comprar a pequeños emprendedores que hacen pequeños stocks, reciclar todo lo que podamos, pero lo más importante es reducir nuestro consumo.

Reducir es la nueva palabra, es el nuevo paradigma, porque este consumo desmedido de ropa no nos está llevando a ningún lado. Somos responsables como consumidores de mostrarle a la industria que queremos menos, de mejor calidad y que genere el menor impacto posible en el ambiente. Y les aseguro que aunque creamos que esto es culpa de las grandes potencias económicas, somos nosotros también responsables de ello.

Mi primer paso cuando empecé a sentirme mal con la forma de consumir moda que tenía fue trabajar en mi guardarropa. La cantidad de ropa que tenía y lo poco que la usaba, cuanta de marcas "fast fashion" (marcas que producen grandes cantidades de indumentaria muchas veces en condiciones lamentables para el trabajador y el ambiente). Ropa que sabía solo usaría una vez.

Les aseguro que me angustió en algún momento y decidí trabajar en mi guardarropas cápsula, tener un guardarropa más pequeño, con cosas que use mucho y que me encanten, y sobre todo con marcas que tengan mi mismo compromiso ambiental y de calidad.

Yo les propongo que analicen su guardarropa, miren que cantidad de ropa tienen y realmente cuanta usan, se pregunten como producen las marcas que usan, y que sentido tiene estar renovando el vestidor en cada temporada. Las respuestas a esas preguntas seguro las sorprenderán y quizás las angustie, no espero entristecerlas, pero si me gustaría concientizarlas para cuidar el ambiente y ser responsables de nuestras acciones como consumidores.  

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