La verdadera historia del Martes 13: ¿Mala suerte o nuevos comienzos?
El martes 13 es conocido como día de la mala suerte, para otros es al revés pero… ¿sabes por qué? Te lo contamos
A través de los años escuchamos la tradición que declara el martes 13 como día de mala suerte. Para ser más precisos como dice el dicho "no te cases, ni te embarques ni de tu casa te apartes". Para quienes creen en eso y lo respetan al pie de la letra, vamos a hablar un poco de su historia.
Uno de los orígenes de esta tradición se remonta a la muerte de Cristo. En la última cena eran 13 los integrantes, considerando a Judas como el traidor número trece. Por otro lado, trece eran los espíritus malignos de las leyendas nórdicas y el capítulo 13 del Apocalipsis responde al anticristo o bestia como fuente de todo mal.
El número 13 comenzó a significar mal augurio o corresponder a lo negativo, como así también, en el Tarot, este número hace referencia a la muerte.
Si hablamos del por qué el día de semana Martes, nos remontamos a la Edad Media. Marte era, llamado por aquellos tiempos, el dios de la guerra, el pequeño maléfico. Regido por el planeta rojo que denota destrucción, violencia y sangre, el día martes fue tomado como día del mal.
Para sumar algunos acontecimientos más a esta tradición, mencionamos la caída de Constantinopla ocurrida un martes y la confusión de lenguas en la torre de Babel, un martes 13.
Volviendo al número 13, que representa la muerte, para muchos esta es un Renacimiento. De hecho, así fue la muerte de Jesús: un renacimiento, y a lo largo de la historia la mirada religiosa puso sobre la muerte un tinte negativo. Pero, si se contempla la carta de la muerte en el Tarot por ejemplo, esta puede ser vista como algo positivo. Dejar ir todo lo que hay atrás para un nuevo comienzo lleno de luz de sol y buenos augurios. Así que el 13, la muerte, pueden ser también un indicio de nuevos comienzos. ¿Porqué no de un viaje o de una pareja?
Demasiados hechos que hoy hacen que muchas personas no se casen, embarquen y en ocasiones que no salgan de sus casas. En otros, provoca exactamente lo opuesto. Esta es su historia, habrá quienes crean en las casualidades pero es simplemente creer o reventar .