Crisis de fin de año: la mejor opción para resolverla
Nuevamente recurrimos a Adriana Santos, facilitadora transpersonal, para consultarle cómo sobrevivir a la vorágine de fin de año. Mirá
Llega fin de año y llegan las entregas que no se hicieron, los asuntos que no se resolvieron, los números que no cerramos. Todo esto intentamos resolverlo en unos pocos días y muchas veces nos agotamos en el intento. Adriana nos aclara por qué sucede esto y cómo lograr superarlo o transitarlo en armonía.
¿En qué influye realmente la época del año?
-Influye porque fin de año nos lleva a tener un cierre simbólico. Uno hace una revisión del año que tuvo, de los propósitos que se planteó y esto provoca una sensibilidad extra y poco habitual. Hay una necesidad de dejar, cerrar ciertas situaciones como también celebrar otras. En otras palabras, cosechar los frutos y generar alegría y aceptación. Emocionalmente esto tiene una connotación muy acentuada. Se utiliza la fecha calendario para evaluar la realidad de uno, que en el trascurso del año evitamos.
¿Cuáles son las situaciones más comunes o cotidianas por las que la gente entra en crisis?
-El trabajo es un motivo bastante recurrente. Muchas personas tiene como objetivo tener un trabajo estable, si es en el Estado mucho mejor para generar estabilidad. Una vez que lo consigue ven como se apagan internamente. Socialmente tenemos determinado lo que debería ser y eso somete a estar en una caja de zapatos, adormece los talentos, la creatividad. La dependencia genera una restricción a nuestro potencial y muchas personas hoy ven la necesidad de cambio.
Manejar tus propios tiempos genera no estar agobiada. Tener la posibilidad de elegir qué hacer y cuándo hacerlo hoy no es imposible. Los trabajos independientes y emprendedores por suerte cada vez tienen más protagonismo. Me recreo dentro de lo que tengo creado.
Muchas cosas deberíamos desaprenderlas y lograr esta transformación. Esta generación vivió muchos cambios de paradigmas por lo que los jóvenes tienen una actitud activa y la edad ya dejó de ser un límite.
¿Cuáles son las terapias que podemos hacer para sobrellevar esta necesidad de cambio o esta época?
-En ADN se realizan Medicaciones, Baño de Gong, Armonizaciones y demás dinámicas energéticas a nivel emocional y mental. El objetivo es equilibrar las emociones. Uno lo que hace es facilitar a potenciar los talentos, la energía de uno. Achico todo lo externo para que no me afecte tanto. Yo muevo, creo y elijo mi mundo externo. Reestructuración interna. De pronto vos sos el responsable de tu vida. ¿Qué querés, que harías? Las personas ven extraño decidir sobre sus vidas.
¿Lleva mucho tiempo lograr un cambio?
-Hay factores que van a contribuir. Mientras más profunda sea la crisis, rápidamente se va a logar un giro a esa situación. El tiempo es cuanto tardo en darme cuenta de lo que me está pasando, que estoy sosteniendo este hábito que tiene una connotación negativa para mi desarrollo. Uno alcanza un nivel de saturación o hartazgo a nivel consciente y decide cambiar.
Tenemos mucha restricción. Toda la vida nos han dicho no llores no te enojes, no contestes así. Y a veces hay que contestar así pero hay que internalizarlo y tomarlo como un recurso consciente.
El cambio no es necesariamente por una crisis, decidir cambiar porque estoy bien y porque puedo estar mejor. No es necesario estar en crisis. Es superar ese nivel de satisfacción.
La vida sigue aconteciendo pasan cosas que te gustan que no te gusta y desarrollas la habilidad de no estar sensibles a los ataques externos. Que uno no quede enajenado de uno por todo lo que va pasando en el mundo.
¿Qué diferencia hay entre este tipo de terapias y las convencionales?
-Uno no atiende patologías pero si crisis, situaciones de emergencias espirituales donde busco ver aspectos que desconozco de mí. Trabajo con todas estas técnicas para explorar eso que está surgiendo y permito que aflore.
A veces cuando las personas vienen con mucho tiempo de terapias convencionales ayuda a poder ver y revertir la situación como así también, entender que todo tiene una razón de ser.
¿Hay mayoría de hombres o mujeres que recurre a estas actividades?
-Es parejo, transitamos por los mismos procesos. De estancarnos, entrar en crisis, querer mejorar.
Los hombres simplifican y salen más rápido de crisis. Con una sola sesión ven muchos detalles y los aplican. Las mujeres necesitan una vuelta más. No pueden creer que están bien entonces necesitan meterse en una estructura antigua y los procesos a veces son más largos.
¿Qué sucede con los chicos?
-Los chicos absorben como esponjas los estados de ánimo, los pensamientos, todo eso que uno siente cuando entra a un lugar. En ellos es magnificado. Cuando los padres discuten, aunque intenten disimular ellos lo absorben. Ahí cambian el humor, se ponen llorones, cansados, agotados. La cabeza de los adultos le perjudica. Los chicos desarrollan mecanismos de defensa para sostener y soportar la dinámica que hay en su ambiente. De pronto si retiramos eso del chico para que no llore más pero la dinámica sigue igual, termina siendo perjudicial porque esa expresión lo estaba protegiendo y ahora lo recibe en carne viva.
"Como conclusión, no hay techo para la imaginación. Ella le da el material a nuestra mente. Si no me lo logro imaginar nunca lo voy a manifestar y voy a pensar que es mucho para mí. La idea es generar un pensamiento de mucho merecimiento, hay un universo abundante. El limite esta en mi cabeza y esto no quiere decir estar en un mundo de fantasía, es tener claro tu objetivo."