Alimentación ¿cómo podemos implementar cambios saludables en casa?
En el marco del debate sobre alimentación saludable y etiquetado frontal, ahora viene la reglamentación de la ley. Cómo implementar cambios saludables en casa
En el marco de la necesidad de reglamentación de la recientemente aprobada Ley N° 27642 Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como "Ley del etiquetado frontal", nos preguntamos qué acciones educativas podemos ejecutar, a nivel familiar y escolar, para que efectivamente esta conquista nos permita ser ciudadanos y ciudadanas con una alimentación adecuada y saludable.
Objetivos de la ley de promoción de la alimentación saludable
En el artículo 1° de la Ley, se explicita el siguiente objetivo: "Garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada a través de la promoción de una alimentación saludable", y quedan mencionadas las consecuencias de una alimentación no adecuada: "Promover la prevención de la malnutrición en la población y la reducción de enfermedades crónicas no transmisibles."
Promoción de la alimentación saludable en los establecimientos educativos
El artículo 11 del Capítulo IV, orientado a la promoción de la Alimentación Saludable en entornos educativos, desarrolla brevemente cuál sería la estrategia de implementación para la promoción de hábitos de alimentación saludable: "El Consejo Federal de Educación deberá promover la inclusión de actividades didácticas y de políticas que establezcan los contenidos mínimos de educación alimentaria nutricional en los establecimientos educativos de nivel inicial, primario y secundario del país, con el objeto de contribuir al desarrollo de hábitos de alimentación saludable y advertir sobre los efectos nocivos de la alimentación inadecuada."
Estrategia nacional de entornos saludables (ENES)
De acuerdo a la Resolución N° 2198/2021, la Estrategia Nacional de Entornos Saludables (ENES), se encuentra coordinada por la Dirección Nacional de Abordaje Integral de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (DNAIENT).
La ENES se propone sostener en la agenda social y política un abordaje integral de salud, con foco en la reducción de la prevalencia de los factores de riesgos de las enfermedades no transmisibles a través de la promoción de estilos de vida saludables. Dicha estrategia trabaja desde una perspectiva de derechos, de niñez y de género.
Esto se llevaría a cabo mediante un proceso de certificación por el cual las instituciones que adhieran a la misma -las escuelas (ENES-ES)-, cumplirían un conjunto de metas avanzando en un proceso de Certificación de Entornos Saludables, con el objetivo final de obtener el carácter de saludable.
Enfermedades no transmisibles: la importancia de los hábitos y las políticas públicas
La ENES (Estrategia Nacional de Entornos Saludables) considera algunos aspectos de vital importancia para poner en discusión:
En primer lugar explicita cuáles son las llamadas enfermedades no transmisibles (ENT): principalmente las enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias y renales crónicas, y algunos tipos de cáncer que "implican una creciente carga de mortalidad y morbilidad en todo el mundo, y comparten estrategias de vigilancia conjuntas e integradas, de prevención y control tanto a nivel de los determinantes sociales como en varias de las acciones dirigidas a los servicios y redes de atención"
Afirma también que "los cambios medioambientales y socioeconómicos de las últimas décadas, como ser la masificación del consumo y el desarrollo tecnológico, han promovido estilos de vida no saludables incluyendo la inactividad física, la alimentación inadecuada, el consumo de tabaco y el uso de alcohol, siendo estos los factores de riesgo (FR) comunes de las ENT" y agrega a las consideraciones, los riesgos psicosociales que "según la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de tener un impacto directo en la salud física y mental de las personas, inciden en la adopción de hábitos no saludables que podrían favorecer el desarrollo de ENT."
La preocupación por el aumento de las ENT ha ido creciendo al punto que en el año 2015 la ONU las incluyó en la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible (ODS).
En este contexto se pone de manifiesto la relación intrínseca entre hábitos alimenticios y estado de salud, relación que no siempre nos resulta inmediata. En el caso de niños, niñas y adolescentes, creemos que son los más expuestos al bombardeo marketinero de la industria alimenticia que constantemente renueva sus estrategias comerciales. Es por ello que la ENES propone articular la implementación de estas propuestas a través de un trabajo educativo amplio y necesario.
Cómo implementar cambios saludables en casa
En el manual de aplicación de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) se presentan las siguientes sugerencias:
Estas recomendaciones no resultan sencillas para su práctica cotidiana, por lo que en el mismo manual se proveen algunos consejos interesantes para fomentar la elección de frutas y verduras por parte de niños y niñas, de los cuáles nos parece pertinente rescatar la siguiente consideración: "Toda la familia debe consumir frutas y verduras. No se puede exigir a los más chicos que las coman si los adultos en casa no lo hacen. Ofrecer desde la infancia diariamente y sostener este hábito".
Los consejos incluyen: una presentación atractiva a través de la combinación de colores, la variación de recetas y la inclusión de vegetales en los platos "favoritos" de la familia, la oferta de la mayor variedad posible de frutas y verduras a los niños y niñas antes de los 5 años y la creación de huertas familiares o barriales.
La agricultura familiar como sostén de la alimentación adecuada
Si hablamos de la necesidad de incorporar alimentos reales y genuinos a nuestra dieta cotidiana para sustituir la enorme cantidad de productos procesados que consumimos actualmente, surge la pregunta sobre cómo abastecer esta necesidad.
Recientemente pudimos conversar con la Coordinadora del Área de Promoción de la Salud y Políticas Regulatorias de Nación, la Dra. Anabella Valle Ruidiaz, quien frente a esta inquietud manifestó la importancia de la agricultura familiar en un marco de Derecho a la Alimentación Adecuada y a la Soberanía Alimentaria.
Seguiremos profundizando sobre esta ley y su reglamentación ya que nos parece importante hacer propia esta discusión y ponerla en agenda a nivel local. En nuestra región tenemos grandes ventajas y conquistas previas que nos permiten avanzar en esta dirección: Soberanía Alimentaria a través de la producción familiar o comunitaria, agroecológica y sostenible, para ser una sociedad sana y con acceso a la alimentación adecuada.
Como sostenemos en cada nota que compartimos, cada una de nuestras acciones y elecciones contribuye a sostener el estado de situación actual o bien al cambio que queremos lograr.
Informémonos y seamos consumidores críticos, en nosotros y nosotras reside la fiscalización de la puesta en ejecución de estas conquistas.