¿Alguna vez pensaste cómo será la comida del futuro?
¿Cómo nos alimentaremos en unos años, cuando seamos 10 mil millones de habitantes? ¿Consumiremos huevos sin gallinas, leche sin vacas, tomates sin huerta? #Mira
El informe "La comida del futuro" ofrece un plan de reflexión y acción que puede permitir acelerar nuestro viaje colectivo hacia el hambre 0, sistemas alimentarios más saludables e inclusivos y la protección de la salud de nuestro planeta. La realidad es que en Esquel y Trevelin hay propuestas para considerar con nuestra comida, opciones para desarrollar.
¿Asistiremos en la alimentación humana a un cambio tan radical como los que han experimentado la salud, las comunicaciones, la forma de trabajar o la de relacionarnos?
En el informe de la Fundación Innovación Bankinter, al que pueden acceder en este enlace: La comida del Futuro (visto el 01/06/2021) se trata de dar respuesta a estas preguntas, con la participación de expertos mundiales en alimentación, cubriendo desde cómo lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU hasta qué papel juega la epigenética en la alimentación, pasando por las innovaciones más interesantes de foodtech, como la agricultura celular, y el necesario liderazgo en el sector.
¿Qué se podría hacer realidad en la próxima década?
Conclusiones - "Writing the story of Future Food"
Los cinco grandes grupos de agentes trasformadores identificados en este informe (agronegocios, gobiernos y agentes reguladores, emprendedores e innovadores tecnológicos, defensores de los consumidores y ONGs, inversores) deben ser los encargados de liderar las acciones del cambio de forma coordinada a todos los niveles de gobernanza para cumplir con los ODS.
Desde el punto de vista de los agronegocios, se producirá una innovación del modelo basado en la glocalización y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), realizando además una imputación de costos reales teniendo en cuenta el impacto económico sobre la sostenibilidad y la biodiversidad.
Garantizar la seguridad alimentaria y nutrir de forma adecuada a toda la población mundial será una iniciativa que se apoyará grandemente en la tecnología y la innovación, para reducir y mejorar el uso recursos naturales de la tierra, generar nuevos cultivos más resistentes preservando además la biodiversidad de estos.
Los gobiernos y agentes reguladores deben definir de forma urgente un marco legal a nivel global para garantizar producciones sostenibles, incentivando los bonos de carbono y biodiversidad lo que impulsará a los productores a realizar su trabajo de forma sostenible obteniendo además beneficios para su producción.
Desde el punto de vista de los emprendedores e innovadores, es necesario ejecutar planes nacionales de emprendimiento e innovación que permitan apostar por la producción local y evitar desabastecimientos, promoviendo mercados de productores conectando directamente con el consumidor final.
La innovación deberá ser promovida para favorecer la implantación inmediata de nuevas soluciones basadas en tecnologías punteras, como:
La unión de Consumidores y ONG logrará una producción de alimentos más saludable y sostenible, promoviendo entre inversores y empresas la sostenibilidad como un indicador más de su cuenta de resultados.
El lanzamiento de campañas de concientización hacia un consumo responsable Exportación de la dieta mediterránea como estrategia de prevención de enfermedades crónicasLos inversores sugieren la necesidad de desarrollar programas de aceleración e incubación que apoyen los proyectos innovadores en foodtech con gran potencial y que transformarán el sistema alimentario.
Evitar el desperdicio de alimentos será una atractiva línea de negocioOtro factor transformador será facilitar la interacción entre todos los sectores, a nivel regional, nacional e internacional, para resolver los numerosos retos que permitan realmente dar paso a un Sistema Alimentario Sostenible a nivel global.
¿Qué podemos hacer hoy en Esquel y Trevelin?
Desde nuestro punto de vista y considerando que actualmente dependemos de productos importados, debemos apostar por la producción y el consumo local de alimentos para evitar desabastecimientos, promoviendo mercados de productores conectados directamente con el consumidor final.
Asimismo, evitar el desperdicio de alimentos comprando alimentos de temporada, planificando las necesidades diarias de alimentos, solicitando a los servicios gastronómicos la porción justa en nuestro plato y si sobra llevándolo a casa, almacenando correctamente los alimentos, respetando la cadena de frío y verificando las fechas de vencimiento. Estos son solo ejemplos de una amplia lista de acciones sugeridas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Finalmente, como acción colectiva y política apoyar fuertemente la producción de alimentos más saludables y sostenibles, apostando por la Agroecología, como lo hacen pequeños productores de nuestras localidades.
Autores: Rodrigo Gajardo y Florencia Siffo