En los últimos días se discutió mucho sobre la conveniencia de que el Municipio tome un crédito en dólares para financiar un proyecto que lleva mucho tiempo en los papeles: la pavimentación de 81 cuadras en la ciudad.

Por estas horas el proyecto descansa en el Concejo Deliberante que tiene que analizar si le da o no la mayoría especial que necesita el Intendente Ongarato para acceder al financiamiento. Hasta acá todos los esfuerzos realizados no resultaron. Los concejales de las minorías no acceden a levantar su mano porque dudan del compromiso económico que esto le puede generar a la ciudad.

Sin embargo uno de los temas en discusión fue ¿por qué no se accede al crédito sin que los vecinos de Esquel queden expuestos a un pago que genera temor?

Este esquema se planteó en un momento en que la plata llegaba a Esquel pero quien debía responder por el pago ante el BID era la Nación. Pero las cosas cambiaron y ahora el gobierno nacional sostiene el financiamiento pero lo devuelve el que lo tomó: el municipio.

El argumento que de manera reiterada expusieron desde el gobierno municipal es que el esquema cambió porque en el cierre de la gestión Williams, el municipio "desistió" de este crédito. Y allí la mirada gira hacia la Ingeniera Norma Arbilla, entonces titular de la UEPROMU (Unidad Ejecutora de Proyectos Municipales) que fue quien elaboró la propuesta.

Arbilla niega que estoy haya sido así y lo explicó en una entrevista  con el programa NOTAS DE RADIO, por FM SOL

"La gestión Williams no desitió  nada" afirmó.  "Yo personalmente trabajé dos años con ese proyecto. El ingeniero Conesa hizo todo el proyecto técnico con el equipo y yo trabajé en la formulación del proyecto de inversión para tener el financiamiento del BID. Nosotros logramos un convenio por el cual se subsidiaba al municipio de Esquel el financiamiento pleno de la construcción de las 81 cuadras, Esquel no pagaba.  El crédito lo tomaba el Estado Nacional y lo devolvía. Esquel recibía el subsidio. La única obligación que tenía el municipio en el convenio -que fue ratificado por ordenanza- era hacer la inspección de la obra." explicó la entonces funcionaria municipal.

Continuó desarrollando  luego "La licitación pública la hizo el Estado Nacional porque la obra era contratada directamente por ellos. El municipio participó como veedor, pero en ningún momento tuvo la definición de si se adjudicaba o no. Se hizo el proceso licitatorio y los oferentes estuvieron por encima del 40% del presupuesto oficial por lo que se declaró fracasado."

Mas tarde agrega que "Apenas asume Ongarato yo personalmente lo que hice fue dar el número, dirección, teléfono, quiénes eran los nuevos funcionarios porque era factible volver a hacer el proceso licitatorio. Lo que no se puede hacer en un proyecto de estas características una vez que tiene la no objeción del BID es modificarlo porque hay que replantear todo el proyecto de nuevo y vuelve a cero"

Arbilla sostiene que " la primera decisión que se toma es pavimentar las cuatro cuadras de Urquiza que estaban en el proyecto original. Entonces hay que modificar el proyecto ejecutivo. Volver a hacer los cálculos, volver a hacer los perfiles, etc. Volvés al Estado Nacional y al BID para que vuelvan a dar la no objeción."

La ingeniera destaca que la sucesión de cambios introducidos en la propuesta original es lo que modificó las condiciones pero niega que en la gestión Williams se haya desistido de acceder a ese dinero.

Ante la pregunta sobre la existencia o no de un  desestimiento formal Arbilla respondió que "No solo no hubo desestimiento, no podíamos desistir de la posibilidad de tener un subsidio de 80 cuadras de pavimento para Esquel. Hoy las cosas son diferentes. No sé porqué no sostienen el convenio firmado originalmente que tiene ordenanza de aprobación como subsidio y por qué hoy cambian a la modalidad de un crédito en dólares donde el vecino tampoco está definido qué paga. Es otro proyecto, lo único que tiene igual es el nombre."