Un robo de armas de fuego en una estancia de la zona de Tecka tiene entre los protagonistas a un individuo también relacionado con el robo de Tribunales.  Cuando dieron con el sospechoso se determinó que había alquilado el auto,  presuntamente usado para el hecho, a un paciente positivo de COVID. Eso ameritó un procedimiento con  todos los cuidados sanitarios especiales.

Todo comenzó con la  denuncia penal realizada por una mujer propietaria de un establecimiento ganadero ubicado a 60 kilómetros de Tecka que refiere que  este viernes alrededor de las 11 de la mañana cuando llega a la casa  observa estacionada en la tranquera una camioneta Renault Sandero color blanca que le llama la atención.

Al ingresar al casco del establecimiento se cruza con un hombre a quien no conoce,  saliendo de su inmueble. Atemorizada se acerca a la casa donde encuentra el  vidrio de la puerta de ingreso destruido. Cuando  ingresa  ve todo desordenado y  observa a simple vista el faltante de unas armas largas de colección.

Inmediatamente sale y ve que el vehículo se dirigía a gran velocidad en dirección a Esquel, por lo que va hasta  la comisaría de Tecka para poner en conocimiento de las autoridades lo sucedido. Allí comienza el trabajo de la División de Investigaciones de Esquel que le da curso a la investigación.

Es así que horas más tarde se logra identificar el rodado y a las personas involucradas en el hecho con una serie de sorpresas que se fueron sumando.

El equipo de investigaciones que conduce el Comisario Pablo Carrizo avanzó con allanamientos en dos inmuebles avalados por el Fiscal González y ordenados por el Juez Colabelli.

El primero fue en el Barrio Baden Uno, donde reside un hombre que tiene un litigio laboral con la denunciante y  el segundo fue en un domicilio de la calle Vuelta De Obligado donde vive un individuo que tuvo vinculación con otros hechos resonantes de la ciudad.

Es en este último lugar es  donde la policía encuentra el vehículo Sandero blanco utilizado para el robo,  pero no hubo novedades de las armas.

Ante esta situación se ordena un  rastrillaje en el predio de la misma estancia con resultado positivo.  La hipótesis de los investigadores es que el robo fue abortado por la llegada de la propietaria dado que  la mujer dice que no vio a los hombres huir con las armas, con lo cual podrían haberlas dejado ocultas en algún lugar del predio.

En el rastrillaje las encontraron entre unos árboles distante a unos metros del casco del establecimiento.

El procedimiento con protocolos de bioseguridad

Según informó la policía local, de la investigación surge que el individuo al que se le secuestró el rodado, lo había alquilado a una persona que estaba aislada por ser COVID positivo. Esto obligó a extremar los recaudos a la hora de realizar las diligencias porque se trataba de un contacto estrecho.

El hombre es conocido en el ambiente policial. Hace dos meses atrás la policía le allanó su casa y le secuestraron un vehículo que estaba vinculado con el robo de la Oficina de Secuestros del Poder Judicial, donde también robaron armas de fuego.

Por otra parte el mismo individuo fue investigado en el marco de la causa del robo contra María Elena Paggi en el año 2013, ya que fue quien aportó datos a los delincuentes de Comodoro Rivadavia sobre el domicilio de la mujer