Los “temas de la calle” y el hacer legislativo
Un momento de análisis sobre la tarea cuantitativa del concejo deliberante y la capacidad de respuesta a la realidad esquelense. #OpiniónEQS
Nadie gana una elección diciendo que va a destinar cuatro años a aprobar excepciones a códigos, condonaciones y declaraciones de interés municipal. Sin embargo es lo que prevalece en cada orden del día del concejo deliberante de Esquel.
¿De qué hablan nuestros concejales? ¿Cuánto de lo proyectado, debatido, tratado en el cuerpo de representantes de la ciudad, habla de vos?
El cuerpo está integrado por cuatro bloques, la mayoría de Cambiemos y tres minoritarios Chubut Somos Todos, PJ- FPV y Frente Vecinal Esquel.
La diversidad de bloques en las bancas minoritarias es un punto saludable. Sin embargo, no se traduce en el resultado de la legislación de la ciudad.
De todas maneras, más ordenanzas aprobadas no refleja más trabajo. Los datos que arroja el informe de EQSnotas.com, basados en la propia información del Concejo, nos permite afirmar que hay diferentes vertientes de proyecto, la propia comunidad, el ejecutivo y los concejales.
Tampoco la cantidad refleja la calidad. Muchas ordenanzas aprobadas no son sinónimo de cambios de fondo en la vida comunitaria. Tampoco en el rumbo.
Si ahora mismo te pregunto cuáles son los principales temas de preocupación hoy de los esquelenses, probablemente entre los primeros figuren el trabajo, la vivienda, los servicios. ¿Cuántos proyectos que visibilicen esta cuestión trataron en estos dos años los representantes del pueblo?
Que quede claro que son temas macro que no admiten soluciones mágicas, ahora bien ¿Se propició el debate? ¿Se generaron normas que promuevan salidas posibles con los recursos que Esquel tiene?
Lo cierto es que el número final de ordenanzas aprobadas en la ciudad en los últimos dos años tienen dos o tres condimentos centrales:
*una gran presencia de temas promovidos por la comunidad ligados a excepciones, condonaciones y declaraciones de interés municipal.
*otra porción la ocupa lo que el propio Ejecutivo envía para motorizar acciones de gobierno y para cuyo trámite es indispensable la intervención de los ediles.
*poca generación de proyectos propios con temas de fondo, propuestos por los bloques o de manera individual.
*una gran presencia de los vecinos en el uso de la banca que los habilita para plantear diferentes cuestiones.
Gobernar por excepción
Lo que primero se destaca en cada orden del día es la cantidad de pedidos de excepción, fundamentalmente al Código de Planeamiento Urbano y de Edificación. A esto se suman los pedidos de condonación de impuestos. No siempre la respuesta es afirmativa y se hace un análisis de cada caso ¿Cuánto tiempo insume el estudio de cada uno de ellos?
Ahora bien. Una vez resuelta la situación la pregunta siguiente debiera ser ¿qué pasa con los códigos vigentes que no logran responder las necesidades?
Aquí el problema es la reiteración de los pedidos, porque finalmente cada excepción otorgada o negada, genera un precedente. En definitiva, el concejo deliberante comienza a decir qué se puede y qué NO se puede hacer en esta materia, lo que en definitiva puede resultar muy peligroso. No es igual fijar reglas generales que la sumatoria de reglas particulares.
Por otra parte, tampoco se impulsa la modificación de fondo. Ni desde el Concejo Deliberante y tampoco desde el Ejecutivo. Vale destacar que este no es un tema excluyente de la actual gestión. Durante los años de Rafael Williams en el gobierno municipal, ya sucedía.
Ni hablar de las condonaciones de impuestos. Esto de todas maneras probablemente esté asociado al contexto económico que repercute en la calle.
Del proyecto a la ordenanza
Otro de los aspectos que vale analizar es la cantidad de proyectos presentados por los bloques minoritarios y lo que finalmente se convierte en ordenanza.
Acá también se vuelve a mostrar el escaso espacio para la diversidad de temas, siendo que la oposición logró pocas o nulas ordenanzas y la mayoría de los expedientes del Frente Vecinal, el Frente para la Victoria y Chubut Somos Todos, quedaron archivados. Si referenciamos a la cantidad de ordenanzas aprobadas por bloque con la cantidad de proyectos presentados, podemos ver la desigualdad a la hora que las mismas lleguen al recinto.
Las reglas de juego están claras y también es cierto que el espíritu del cuerpo apunta a debatir, mejorar y lograr consensos en el tratamiento de los temas.
Ahora bien, los números siguen mostrando que la relación entre los proyectos presentados y los aprobados no juega a favor de los bloques no oficialistas.
Insisto, son las reglas de juego. Pero en esto de debatir mecánicas que hagan el resultado del trabajo mas representativo de los intereses de la ciudad se podría propiciar también, sin mezquindades, que la Carta Orgánica le ponga los pantalones largos a Esquel y fije sus reglas para resultados más productivos y variados.
El Vecino y su Banca
Y hablando de participación, no podemos dejar de mencionar la Banca del Vecino. La comunidad se hizo cargo de su banca. Pero el cuerpo tiene una gran deuda con ellos, en dos aspectos. Como ya lo mencionamos en una columna anterior, la "no respuesta" también habla. No están obligados a admitir todas los proyectos que se presentan. Pero sí a realizar una devolución o indicar como sigue. En gran parte de los casos los autores de los proyectos tuvieron una primera reunión con la comisión respectiva. Luego, la mayoría indica que no hubo más noticias. Eso no puede suceder.
Y el segundo aspecto de la gran deuda tiene que ver con la incapacidad de leer los temas que a la gente le importan, y que muchas veces no están en la agenda diaria de los ediles. Si el proyecto presentado es inviable por alguna razón, puede suceder, al menos debiera ser leído como un alerta para actuar en consecuencia. Los alquileres, los servicios, la producción, el uso de los espacios públicos pasaron por la banca de la gente sin pena ni gloria. Tampoco tuvieron repercusión luego en las normas tratadas.
Este informe es sólo un primer análisis de la tarea. El siguiente estará ligado estrictamente al tipo y calidad de proyectos presentados. Probablemente allí sí será interesante realizar algunas preguntas que interpelen a los legisladores sobre su rol de representantes de la comunidad.
Como dice la canción "el diario no hablaba de mi". El concejo deliberante, ¿habla de vos?