Resulta prematuro preocuparse por una discusión que se enmarca en la rediscusión del Régimen de Coparticipación Federal, asunto que el Gobierno Nacional se propone encaminar en 2018 para saldar definitivamente una de las grandes deudas de la Democracia con el Federalismo.

Estamos a cuatro semanas de las elecciones que determinarán la composición del Congreso que resuelva esa deuda postergada durante la década en la que el país creció a tasas chinas pero batió récords de pobreza, corrupción y narcotráfico.

Antes que inocular el miedo sobre las posibles soluciones a los problemas demorados por tantos años, sería oportuno que quienes gobiernan Chubut, reconozcan cabalmente que la Provincia recibe desde el inicio del gobierno de Cambiemos más fondos que en el pasado.

Efectivamente, respetuoso del fallo de la Corte Suprema que dispuso la devolución de los fondos retenidos a las provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis, se acordó la eliminación de la detracción del 15 % de coparticipación al resto de las Provincias, que a Chubut le significa:

Pero a diferencia de lo que la Nación hizo con Chubut, el Gobierno Provincial apenas aumentó en un punto la coparticipación a los Municipios, pasando de un 10 a un 11 %. Esa es la discusión que debemos reabrir los municipios del Chubut.  Chubut recibió más y distribuyó menos. Esa es la cuestión. Porque para Cambiemos, Gobernar es decir la verdad.