Prisión para los imputados por atacar a un peón rural
El juez Jorge Criado dispuso la continuidad de la prisión preventiva de los dos imputados investigados por un robo agravado cometido en Gualjaina, por 90 días más.
El defensor particular Daniel Sandoval pidió la audiencia de revisión para insistir con su pedido de cese de la prisión preventiva basado en que no hay riesgo de fuga ni de entorpecimiento y en cambio no sería apropiado mantener a las personas privadas de su libertad en comisaría en el contexto del aislamiento social obligatorio. La fiscal María Bottini defendió los argumentos de la resolución del juez Criado, basada en circunstancias aportadas por la propia Fiscalía. Resaltó la inconducta procesal del imputado en otros procesos, las rebeldías declaradas y la situación de libertad condicional, entre otras.
Luego de un cuarto intermedio en que el tribunal escuchó la resolución de Criado y deliberó, se retomó la audiencia en el sistema Webex Meet para que este de a conocer su decisión. Ennis explicó que teniendo en cuenta lo manifestado por las partes, consideraron que la resolución del juez Criado, se ajusta a las disposiciones del Código Procesal y a las particularidades del caso. La violencia desplegada en el hecho, las circunstancias especiales, su modalidad, el lugar y situación en que se dejó a la víctima, además de la pena en expectativa que tiene por mínimo 6 años y 8 meses de cumplimiento efectivo. Consideraron además que tuviese dos declaraciones de rebeldía, además de la libertad condicional en otro proceso.
En cuanto a la especial situación relacionada con las medidas de prevención vinculadas al COVID-19, los jueces sostienen que el imputado no pertenece a uno de los grupos de riesgo, que sus circunstancias particulares de detención en Gobernador Costa no impiden la continuidad ya que no hay hacinamiento, ni circulación del virus.
El hecho
El 23 de enero aproximadamente a las 21 hs., el peón de un campo de Gualjaina escuchó ladrar a los perros, observó un Suzuki Fun y a dos personas caminando por la casa de la propietaria. Reconoció a ambos.
Entonces vio a uno de ellos mirando por la ventana con una capucha en la cabeza. Salieron, el otro le pegó con un rastrillo en el brazo, la víctima cayó al piso cerca de un canal y mientras se encontraba en el suelo, el mismo imputado sacó un arma de fuego y realizó un disparo intimidante, antes de obligarla a ingresar a la vivienda. Le cubrieron la cabeza y lo sujetaron, mientras le preguntaban donde tenía la plata, amenazándolo constantemente con el arma de fuego. El denunciante les indicó el sitio donde guardaba su dinero y al encontrarlo, uno de los asaltantes le dijo "qué poco que ganás".
Siguieron exigiéndole más plata bajo amenazas de cortarlo con un cuchillo, hasta que desistieron de la búsqueda. Fue entonces cuando lo ataron de pies y manos, lo tiraron sobre la cama y cerraron la puerta de la habitación con candado.
Recién a la mañana siguiente el damnificado pudo sacarse una zapatilla y librarse de las ataduras de los pies. Salió del lugar por la ventana, se dirigió a la casa de un conocido, lugar donde le sacaron las ataduras de las manos y dieron conocimiento a la policía.
Los asaltantes sustrajeron 4 mil pesos, un celular táctil Motorola, cuatro corderos, ochenta huevos y un rifle calibre 22, entre otros elementos.