Arresto domiciliario en un caso de violencia de género, abuso y amenazas
Estaban acampando, la golpeó con un palo, hubo abuso y amenazas. El Juez consideró el tratamiento en salud mental y se dispuso el arresto domiciliario
El fiscal Carlos Richeri pidió la formalización de la investigación por un hecho calificado provisoriamente como constitutivo de lesiones leves agravadas por ser cometidas en contexto de violencia de género, amenazas y abuso sexual simple.
Por las características del hecho y por los peligros procesales, requirió al juez el dictado de la prisión preventiva por tres meses.
El defensor particular Juan Zapata, cuestionó la calificación legal por abuso sexual y pidió la morigeración de la medida a arresto domiciliario.
Rolón encontró fundado el pedido, tuvo en cuenta la situación de salud mental del imputado y dispuso el arresto domiciliario con continuidad del tratamiento iniciado en Salud Mental del HZE.
El hecho se produjo a la vera del arroyo Tecka, lugar donde acampaban la víctima y el imputado. En esas circunstancias se produjo una discusión en la que el acusado habría proferido insultos a la joven, golpeándola reiteradas veces con un palo.
La joven escapó, sin encontrar refugio, regresando momentos después. La discusión continuó y también los golpes y agresiones del imputado, quién finaliza amenazándola, entre otras conductas de violencia física, sexual y psicológica.
La Fiscalía sostiene que la situación descripta forma parte de un contexto de violencia de género, en el cual el imputado ejerce actos de dominación y control sobre su pareja, por su condición de mujer, colocándola en una situación de vulnerabilidad.
Richeri consideró que en el plazo de noventa días, podría arribarse a la acusación pública. Por ese plazo requirió el dictado de la prisión preventiva, considerando entre otros factores que de recaer condena será de ejecución efectiva porque el imputado tiene un antecedente condenatorio.
Zapata admitió el contexto de violencia de género, aunque indicó que en su criterio es desmedido el dictado de prisión preventiva en un caso de lesiones leves.
Argumentó que el imputado está internado en Salud Mental del Hospital por su propia voluntad, y esto da cuenta por un lado de un desequilibrio psicológico y por otro de su voluntad de recuperarse. Luego de esto requirió que la medida se disponga en la modalidad de arresto domiciliario.
El juez Ricardo Rolón tuvo en cuenta que el hecho es grave más allá de las calificaciones legales, "da cuenta de que una persona que fue capaz de hacer esto contra una mujer, me da la pauta de cuál puede ser su conducta", señaló. Contempló además que actualmente está internado en el hospital para decidir la prisión preventiva con la modalidad de arresto domiciliario con la continuidad del tratamiento psicológico.