Viaje a lo profundo: retratos de un fotógrafo subacuático
Marcos Ponce es buzo deportivo y el único fotógrafo subacuático de Esquel. Testigo privilegiado de las maravillas bajo el agua, nos abre su lente de la #PatagoniaSubacuática
Por Milagros Nores
En sus momentos libres, Marcos Ponce se saca el traje de abogado y se calza el de buzo para emprender viajes hacia lo profundo, lo sumergido, en los espejos de Esquel, la región y el mundo. Desde hace cinco años lleva además una cámara con la que intenta registrar aquello que nadie ve en un acto que más allá del disfrute personal, tiene algo de solidaridad para con los simples mortales que habitamos la superficie.
Lo que Marcos vive desde las profundidades es intransferible, sin embargo, su cámara logra captar ese mundo virgen que habita en las lagunas, ríos y lagos de la Patagonia cordillerana con una mirada cada vez más entrenada. Su trabajo es valorado no solo por su veta artística, sino también como registro invalorable de fauna, flora y ecosistemas acuáticos que sirven a investigadores patagónicos y chilenos.
La mirada bajo el agua: un hobby con proyección turística y científica
"Desde que hice mi primer bautismo submarino hace 20 años, me fascinó. Y hace unos años me encontré con la necesidad de transmitirlo, porque con contarlo no me alcanzó" confiesa Marcos.
Pocos en la provincia y en el país tienen el privilegio de ser buzos deportivos y fotógrafos subacuáticos al mismo tiempo. Marcos sueña con contagiar su gran pasión a otras personas. "En este momento soy el único, no hay registros de la zona bajo el agua. Cada movida que hay, por ejemplo en junio el Encuentro Nacional de Fotografía Subacuática de Madryn, yo me voy solo. Allá me encuentro con nuestro grupo, los que nos formamos con Sergio Massaro, el referente nacional y latinoamericano de esta actividad, que hoy es un amigo y compañero de viajes" relata Marcos.
El encuentro cercano con las especies
Marcos explica que la actividad que hace no es fácil. "Primero, no cualquier buzo puede ser fotógrafo... hay que desentenderse del buceo para poder manejar una cámara fotográfica debajo del agua. Una vez que practicaste mucho y ya estás tranquilo, relajado bajo el agua, podés meter una cámara. Y después saber qué vas a fotografiar, qué buscás, aprendés mucho a observar" dice Marcos y describe que la paciencia es fundamental no solo en el fotógrafo sino en el buzo que acompaña, porque lleva tiempo y no hay mucho desplazamiento en el agua.
Marcos en una de sus aventuras en el Lago Aluminé, Neuquén #EnVideoEQS
"Cuando empiezo a bucear en distintos lugares del mundo y de la Patagonia, empiezo a encontrar otro tipo de belleza. Cuando uno piensa qué es la belleza subacuática, lo primero que surge en la gente es peces de colores y agua turquesa. Ahí es donde veo que de la belleza de nuestra zona no hay material fotográfico y empiezo a trabajar con la idea de ir perfeccionándome".
El desafío de transmitir algo diferente
"En nuestra zona tenemos bosques sumergidos, formaciones rocosas, vegetación, truchas, salmones, percas. En general nuestra agua es pura, limpia, aunque a veces se complica la visibilidad con el alga didymo y la ceniza del volcán" comenta y no olvida cuáles son las principales limitaciones: "La temperatura no es amigable. Necesitás equipos más abrigados. El aire es exactamente el mismo, pero varía el tiempo que podés estar en la profundidad, porque entra el frío y el cuerpo hace que consumas más aire. Otra contra importante es que los equipos son caros" explica Marcos.
De sus aventuras más cercanas, Marcos menciona dos: "Una de las experiencias más increíbles es la de nadar en el lago artificial Amutui Quimei, que tiene bosques sumergidos de cipreses parados. A 28 o 30 metros de profundidad, es intangible la sensación. Eso era un bosque al aire libre y te genera toda la contradicción de lo que el hombre está haciendo con la naturaleza -relata Marcos- Otro lugar es el lago Vintter: tiene un azul imponente, una claridad maravillosa que siempre me motiva, siento que me llama a irme al fondo, es una cosa muy extraña".
Marcos tiene un sueño: que su trabajo ayude a dar a conocer nuestra zona en esta faceta inexplorada. "Mi idea es poner en valor lugares no tan conocidos, en este momento trabajo con una nota en una revista de buceo que tiene este eje: ¿por qué buceo en la Patagonia? Justamente puede acompañar a la promoción de un lugar. Acá tenemos la operadora en Trevelin, que va de a poco, pero hay un turismo que está pensando en esto, y está bueno mostrarnos de otra manera".