Taller Petronila: la magia de la Patagonia con diseño local
Iniciamos el ciclo de emprendedores de la zona con una explosión de color: Mercedes Luque y Tato Jenkins muestran sus diseños con talento y sello patagónico. #EnVideoEQS
Por Milagros Nores
En EQS decidimos homenajear a los emprendedores y hacedores de Esquel y la zona. Aquellos que a pesar de todas las dificultades propias del emprendedorismo y en un año de crisis, eligen y deciden emprender para vivir o vivir para emprender.
En este primer ciclo, presentamos el trabajo de Taller Petronila, una inundación de color que nos ofrece la Patagonia más cercana, en productos de diseño. Coirón, guanaco, trucha, cordillera, clima, son estampas que encontramos en sus mochilas, remeras, calzas y objetos. Sus creadores también exploran otras líneas como prendedores, calcos, tazas y productos de yoga.
Ficha de Taller Petronila:
Emprendedores: Mercedes Luque y Tato Jenkins
Descripción: diseño de objetos e indumentaria con identidad patagónica/local
Antigüedad: 6 años
FB: @tallerpetronila
Hablemos de los comienzos del emprendimiento
Tato: Taller Petronila nació con la idea de cruzar oficios porque Mer (Mercedes) es diseñadora gráfica y yo (Tato Jenkins) soy tapicero. Surgió la idea de que hagamos una especie de muebles con diseño. Arrancamos así, con almohadones, unos bancos. Siempre estamos en la búsqueda de identidad, entonces nos dimos cuenta de que teníamos que empezar a estampar telas diferentes a las conocidas. A partir de ahí se nos abre otro mundo, otro oficio y al principio hacíamos servicios para otros, pero nos dimos cuenta de que nos gustaba hacer cosas propias y no lo que quería el cliente. Un día tomamos la decisión de largarnos a producir y ahí fue tomando forma lo que es hoy Taller Petronila.
¿Cuáles fueron las oportunidades que vieron para ponerlo en marcha?
Mer: La oportunidad que vimos para arrancar básicamente eran las ganas de hacer algo juntos, que nos gustó siempre: él en su taller o yo en casa siempre estábamos creando y haciendo productos. Las redes sociales fueron parte de la oportunidad porque nos ayudaban a comunicar lo que estábamos haciendo y en ese momento también surgió el lugar físico, que es nuestro taller.
¿Cuáles fueron las dificultades para avanzar?
Mer: Que tuvimos que ajustar nuestro producto o lo que queríamos hacer con "lo que gustaba" de alguna manera, eso no siempre era sencillo. Y otra de las cosas que a nosotros nos costaba era vender porque no venimos de familias ni de comerciantes ni de vendedores, y tampoco sabíamos cómo aprenderlo.
Por otra parte, los recursos económicos para invertir siempre son una dificultad para nosotros y además el tiempo para poder desarrollar los productos hasta que se instalan, se prueban. Con la ropa, por ejemplo, hay que probar que ande bien, que resulte, que sea cómoda y después largar una prenda.
¿Cuáles fueron los aportes externos para continuar con el emprendimiento?
Tato: Hemos recibido mucha ayuda del CAPEC cuando estaba Juan Pablo Luna, en difusión, en capacitación de todo tipo. En promoción, por ejemplo en las fotos, nos ayudan amigos nuestros que se dedican a eso. También hemos tercerizado costuras y otros servicios, siempre probamos distintas alternativas, pero no hemos tenido aporte económico, sino solamente algún Capital Semilla. El resto son fondos nuestros.
¿Cómo es el presente?
Mer: El presente es genial. Seguimos trabajando, al principio estábamos más focalizados en decoración y ahora estamos más en la ropa de adultos o niños, aunque estamos probando, haciendo estampas nuevas que nos representen la Patagonia y en especial esta zona.
¿Cuál es el sello distintivo de su emprendimiento?
Mer: Uno de los sellos distintivos es el color. Nos gusta que sea saturado y muy lindo. El otro es la forma, el diseño que se basa en animales, flora, fauna, de esta zona.
¿Cómo comercializan y cómo es la expectativa económica de la propuesta?
Mer: Tenemos una página web pero podés encontrarnos siempre en nuestro taller. Algunas veces en ferias, y también dejamos productos en algunos locales de confianza.
Vamos produciendo de acuerdo a un stock ideal que nos gustaría tener. Cantidades, talles y colores de calcitas, remeras, mochilas, por ejemplo y tratamos de que no se nos baje ningún stock de nada. Lo que tienen nuestras colecciones es que son atemporales. Hacemos cosas nuevas pero lo anterior siempre está vigente.
Petronila tuvo un crecimiento sostenido, aunque no este año, que fue particular, por razones que conocemos todos.
¿Cuál es la expectativa a futuro?
Mer: Es tener más clientes. Seguir desarrollando los productos con referencia a la Patagonia, porque nos gustaría que cada persona sienta que se puede llevar a cualquier lugar del mundo un "cachito" de su Patagonia, de Esquel, de su cordillera.
Una de las cosas que nos parece importante en las expectativas de crecer y de comercialización es que nos gustaría poder vivir de esto, que es algo que no hacemos, pero sin perder esa conexión que tenemos con el "hacer". No nos gustaría perder esto de poner las manos en las cosas que es lo más lindo y la magia del taller para nosotros.
Fundamentalmente nos pasa que tenemos un cuello de botella en la mano de obra. Nos cuesta un montón tercerizar. Cada vez que lo hacemos no nos cierran las cosas. Pero sabemos que no podemos ser nosotros dos siempre. Porque sino es todo el día cosiendo.
¿Cómo se plantea la innovación en el desarrollo del producto?
Mer: Siempre hay indicios de innovación en la forma de hacer productos y prendas que es reciclando y utilizando partes para hacer otras. Es algo que nos motiva en cualquier desarrollo siempre.
¿Qué recomendarías a quien quiere iniciarse en un emprendimiento?
Mer: Le recomendaría que primero haga lo que le gusta. Cuando las cosas se ponen más complicadas, o no ganás o no vendés, eso tiene que valer ante todo. Recomendaría también que hagan un prototipo de lo que van a hacer para ver si gusta o no, porque a veces te embarcás en algo que al final no le gusta a nadie.
También escuchar a los clientes, pero saber encontrar el punto medio, porque a veces uno cree que el cliente sabe lo que quiere cuando te pide todo el tiempo algo puntual, vos lo hacés, viene y elige otra cosa. No te gustó a vos y a él tampoco y se lleva otra cosa que habías hecho sin pensar.
Lo mejor y lo peor de emprender
Mer: Emprender es lo mejor porque crecés, aprendés un montón, te relacionás a través de tu trabajo. No sé, pero no le veo la contra. A mí me parece fundamental para vivir bien y sentirse bien trabajar de lo que te gusta. Aunque estés empezando hoy y sea de a poquito. Te da calma hacerlo. Hay que encontrarle la vuelta.
Te invitamos a recorrer el Taller #EnVideoEQS: