Por Milagros Nores

El delicado equilibrio entre turismo y conservación es un dilema central de toda área protegida. Y más que nunca para el Parque Nacional Los Alerces, pasados los dos años de su declaración como Sitio de Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO en julio de 2017, para un área cercana a las 190 mil hectáreas, en razón de albergar un bosque de alerces milenarios de valor universal.

El intendente del parque, Ariel Rodríguez, dialogó con EQSnotas sobre los desafíos que implica este cambio de status y cuáles son las limitaciones en un año económicamente muy difícil para poder cumplimentar a nivel presupuestario todo lo que se proyecta. No obstante, se vienen años de cambios para los usuarios locales del parque.

"El plan es trabajar en la capacidad y en la calidad, en qué queremos primero sobre los usos públicos" confirmó Rodríguez. "Si pensamos en agrandar, también impacta y va en contra de lo que uno quiere. Tiene que haber un desarrollo que vaya de la mano con la conservación" aclara.

Regularización, restauración, calidad sin masividad y desarrollo pero sustentable son parte de los objetivos que se trazó el plan de gestión a 10 años elaborado por organismos, instituciones y comunidades afectadas a su funcionamiento, como Cholila, Trevelin y Esquel, que aún espera su aprobación en los próximos días.

Son prioridad de conservación sus sitios arqueológicos, el rescate de la memoria colectiva o cultural de sus pobladores; la genética e integridad de sus bosques milenarios, la conservación de su fauna y sanidad de recursos hídricos, entre tantos objetivos trazados. Se hace necesario protegerlo de las amenazas como contaminación, deforestación, incendios, ganadería fuera de control y en lo turístico, el desgaste o daño propio de la actividad.

A contramano de lo que un turista podría imaginar luego de la declaración de la UNESCO, si bien se espera un crecimiento constante en la afluencia de este tipo de turismo que recorre el mundo, las grandes cadenas hoteleras o explotaciones económicas para albergar más demanda turística no están previstas dentro del parque. Las áreas grandes de servicio están pensadas fuera de él.

FB: Camping Los Maitenes

¿Qué se viene para la temporada de verano? 

Consultado por las principales gestiones de cara a la temporada, Rodríguez comentó que "se está trabajando en la regularización de todos los servicios que se brindan en camping agreste u organizado, con las mejoras previstas en cada concesión". Confirmó que el camping Bahía Rosales continúa con su plan de obras, el camping del Río Arrayanes se llamó a licitación y está en proceso de propuestas; además ya fue adjudicado el camping Bahía Solís, por lo que está comenzando la etapa de construcción básica como proveeduría, habitaciones, baños, fogones, mesas y demás.

FB: Camping Los Maitenes

Como novedad, comenzará a prestarse un servicio en Las Lechuzas y en Las Rocas, dos balnearios del ingreso al parque desde Trevelin. "Habrá baños y parcelas con costo básico". También habrá baños y proveeduría en Los Pozones, zona de la Presa.

Glamping 

La irrupción de los domos en zonas de campamento tiene pocos años en la región, pero llegaron para quedarse. "Los domos son una nueva forma de estar en contacto con la naturaleza. Si bien es una moda, es una forma de ampliar la oferta de servicios" explica Rodríguez. La idea es llevar otro tipo de turismo a la zona de campamentos, con la posibilidad de tener una comodidad mayor a la de una carpa. La primera apuesta del parque fue en el Arrayanes. Le siguieron el Rivadavia, el Verde y también hay en Los Maitenes. "Lo que hace el parque es destinar de una parcela tradicional a un servicio mucho mejor. No es que aumentan la cantidad de camas. Por ejemplo de cien parcelas que tiene Los Maitenes, doce son domos".

FB: Camping Organizado Lago Rivadavia

En cuanto a la concesión de la excursión lacustre al alerzal milenario y al Krugger, contempla las obras de mantenimiento en pasarelas y restauración de embarcaciones.  "En breve están saliendo a navegar nuevamente". En este sentido, Rodríguez adelantó que "hay dos proyectos grandes que son muy incipientes, pero ojalá podamos tenerlos de acá a dos años: es una zona de embarque, baños y confitería en los dos puertos (Limonao y Chucao)". 

Otras mejoras para el Parque tienen que ver con la reconstrucción de las tres portadas del parque. "Hay que ponerlas acorde. No solo que hoy no alcanza la superficie sino que se han incorporado los centros de visitantes. Hay que readecuar el servicio, ampliar el ancho de ruta, mayor cantidad de puestos de cobro e implementar boleto electrónico. Tenemos planificado ubicar antenas de ARSAT para ese servicio".

Más allá de las posibilidades económicas para llevar adelante los cambios que se requieren, el camino está trazado con claridad en un plan de gestión que lo desafía a avanzar con conciencia, pero que ya no admite tanta demora y exige esfuerzos y monitoreo de todos los sectores en su conjunto.