Destino de luthier: "En cada guitarra que hago dejo todo"
Lewa Malizia trajo a Esquel su enorme experiencia en la fabricación de guitarras eléctricas, un oficio que eligió de chico y aprendió a dominar en Buenos Aires junto a un reconocido luthier.
Desde muy chico tenía claro que lo suyo era hacer guitarras y nunca se apartó de ese objetivo al que llegó tras años de investigaciones, insistentes llamados y hasta elección de carreras que lo acercaran al oficio de luthier o a la música.
Hace dos años, Lewa Malizia decidió alejarse del fascinante mundo de la luthería porteña, que durante once años lo puso en contacto con los mejores músicos del país e incluso del extranjero, desde el reconocido taller de Ezequiel Galasso; para volver a las raíces y emprender en Esquel.
Con 35 años y ese enorme bagaje de haber estado en el momento justo y el lugar adecuado para consolidarse como un luthier experimentado, llegó a Esquel y montó Guitarrería Malizia, donde repara y fabrica guitarras eléctricas y bajos que ya están en la mira de los músicos de la zona. Sobre la actualidad del oficio afirma que "en Argentina se hacen instrumentos tan buenos o mejores que en otros países" y explica cómo funciona el mundo de los instrumentos musicales a medida.
EQS: -¿Cómo se elige un oficio de luthier, en tu casa había algún oficio similar, músicos?
Lewa: -En mi casa no se tocaba la guitarra. El primero que vino con una guitarra fue mi hermano, que es cuatro años más grande que yo. Él tenía un amigo que una vez por mes venía con una eléctrica y una pedalera de efectos. Cuando se consiguió una criolla y se puso a tocar, yo me volví loco. La primera vez que agarré una guitarra dije "esto es todo para mí". Después, siempre hubo herramientas, madera, cosas para hacer en casa porque mi abuelo tenía un taller. Yo soy medio inquieto, investigador, desarmaba todo lo que tenía a mano, lo armaba de vuelta y aprendía en el camino. Me fui metiendo en esa... a los doce con mis amigos tratamos de hacer la primera guitarra, que salió horrible por supuesto.
EQS: -¿Y fue de autodidactas o en ese momento alguien les enseñó?
Lewa: -Fue todo intuitivo. De hecho me ligué un reto porque agarré una madera que encontré en el galpón y la corté toda y era una puerta de un armario de mi vieja. Me fui copiando de una guitarra que tenía a mano, pero obviamente esa guitarra no salió bien. Después ya un poco más grande probé hacer un par, le sacaba el mástil a una guitarra que tenía tirada y le hacía el cuerpo nuevo. En el momento empecé a meterme más adentro del instrumento, a aprender cómo funciona, cómo se calibra. Acá no había nadie, alguien nos derivó en un momento a Alejandro Fossati, tocaba la guitarra en una banda de jazz y fuimos a su casa, nos volvimos locos porque tenía unas guitarras impresionantes, ahí fue la primera vez que vi a un luthier o un técnico en esto.
Otra vez, en la tele, en Canal A, apareció un muchacho haciendo una guitarra y me quedé loco. A partir de ahí le empecé a escribir mensajes a todos los luthiers. Me compraba una revista que se llamaba Music Shop, sacaba los teléfonos y los empezaba a llamar para que me cuenten, todos me cortaban, no me daban bola.
EQS: -¿Cuándo sentiste que la luthería podía ser algo para tomar en serio laboralmente?
Lewa: -No es fácil. De hecho los primeros años en Bs As me dediqué a golpear talleres y todos me sacaban rajando. Porque en ese momento no era algo que se enseñara. En paralelo yo estudiaba Técnico en Sonido y Grabación y después hice Diseño Industrial. Ahora pasa algo muy raro, es como que está de moda, hay una eclosión de luthiers tremenda, que está buenísimo. Pero cuando yo empecé éramos muy pocos. Los de la vieja escuela serían tres o cuatro y de la vanguardia, que estábamos tratando de empezar éramos otro tanto. Nos juntábamos a comer asado en una casa. Ahora hay por todos lados.
EQS: -¿Cómo llegaste a aprender el oficio?
Lewa: -Mi maestro fue Ezequiel Galasso, él es muy conocido por ser luthier, porque hace diseños únicos, muy buenos e interesantes de guitarra. Arranqué con él en 2008. Lo conocí porque estaba viendo en un programa una guitarra que le habían hecho al violero de los Fabulosos Cadillacs, era muy rara con una franja de madera y me puse a investigar qué era, ahí dí con Galasso. Lo fui a ver al taller para ver si me quería enseñar y le llevé una guitarra mía para que me arregle. No me dio bola, como todos y a la semana cuando la fui a buscar nos pusimos a charlar y caímos en que los dos estudiábamos diseño industrial. Nos quedamos charlando, pegamos buena onda y ahí me dijo que en ese momento no me podía enseñar. En ese mismo año el último día del CBC me venía para Esquel tres meses, salí de la facultad para encarar para Retiro y en el camino me lo encontré a Galasso. "Te estaba llamando a vos, quiero que vengas a laburar conmigo, a aprender" me dice. Me quedé once años en ese taller. Todo lo que sé lo aprendí ahí. Y como arrancamos más o menos con la misma edad fuimos como aprendiendo entre los dos también.
Las skate guitars
Una de las experiencias de más trascendencia en su profesión tuvo que ver con un invento argentino que fue un suceso mundial, las skate guitars. "Eso fue un proyecto que desarrolló Ezequiel hace mucho tiempo y yo lo ayudé durante ese proceso. Con las skate guitar se hizo famoso en todo el mundo. Se hacen con tablas de skate recicladas. Teníamos un cliente que es skater profesional, que tenía muchas tablas partidas y no sabía qué hacer. Los skate están hechos con arce o maple, una madera conocida, además están todos teñidos de colores. Él primero se acercó con que quería una guitarra de un skate de los viejos, grandotes, y le hicimos ese primer modelo. Ahí empezaron a cranear entre él y Galasso cómo hacerlas con las otras tablas, más chiquitas. Inventaron esta guitarra. Le hicimos guitarras a los skaters más conocidos, también al violero de Pearl Jam, le dimos una y en el recital del 2011 tocó con esa. Después ya las empezaron a fabricar en China. A raíz de esto empezaron a surgir otros luthiers en distintos lugares del mundo, como una movida con esta temática.
EQS: -¿Cómo funciona la industria, el músico hoy se compra afuera o nacional? ¿Quién le compra a un luthier?
Lewa: -En el segmento de las guitarras eléctricas Argentina fue vanguardia, la calidad de las guitarras nacionales no era comparable con las de afuera, dejaban bastante que desear, pero en paralelo al boom del rocanrol en la Argentina se fabricaban guitarras. Había tres o cuatro empresas, hasta los 70 duraron varias, algunas están hasta hoy. La calidad no era buena, por eso se las comieron las de fabricación china, siempre hablando de instrumentos eléctricos construidos en serie, no?
Los luthiers, por lo menos en la escala en la que laburo yo, que fabricamos muy pocos instrumentos por año, no apuntan a competir contra Gibson Les Paul o Fender. Hay varios caminos. Uno es para resolver un problema que tiene un músico que no puede encontrar lo que necesita en un instrumento de serie, o la otra es buscar tu camino, diseñar tu propio instrumento y tu propia marca y buscar un punto intermedio, una estandarización de modelos, fabricar cierta cantidad por año para que la gente te empiece a buscar por ese modelo y no porque hacés una réplica.
#EnVideoEQS el salto hacia la calidad de la industria nacional y el aporte del luthier.
"Depende de quién esté haciendo la guitarra y cómo la sienta va a ser el instrumento. Yo dejo todo de mí en una guitarra. Es como una hija mía".
EQS: -¿Por qué pensás que creció tanto el oficio de luthier en el país y cómo te proyectás acá?
Lewa: -Hay como una necesidad de la gente de volver un poco al oficio, a hacer cosas con las manos, también la necesidad de ser tu propio jefe que se acentuó con la pandemia, pero esto es algo que viene de hace un rato. Siempre hay gente que piensa que encontró un nicho en algo que está buenísimo y lo puede explotar y después hay que ver también cuánto dura. Vivir de la luthería no es fácil, requiere muchísimo tiempo y laburo. Ojalá no pare. Creo que hay mercado para todos, sobretodo si no te cerrás y vendés para afuera.
En mi caso ese es un objetivo. Llegar a donde se pueda. Me encantaría. Porque además, es lo que te decía, en Argentina la gente todavía está muy agarrada a pedir la Stratocaster, la Telecaster, la Gibson. De a poquito van cambiando, pero afuera es al revés, cualquiera puede tener una Les Paul, y lo que quieren es tener una exclusiva que no tenga nadie, entonces los instrumentos luthier ahí tienen otro valor. Acá en Esquel preguntan mucho, pero no es para un músico que recién arranca. Son violas para toda la vida, y son un poco más caras.
#EnVideoEQS qué pide un músico cuando llega a un luthier
EQS: -¿La calidad del sonido se valora como algo bien logrado en un instrumento luthier?
Lewa: -Si. Es importante cómo elegís el pedazo de madera. En las guitarras eléctricas hay mecanismos y recetas que van a funcionar. Eso es así, es como hacer una torta. Por supuesto que hay variaciones, la madera es un elemento orgánico. Hay gente que dice que en las eléctricas no influye tanto en el sonido, yo soy de la escuela que dice que son una función elemental, cada elemento de esa función altera el resultado. Tal vez no tanto como en una de caja o acústica, ahí sí escuchás tonalidades diferentes de cada madera. En una eléctrica se escucha la diferencia pero tenés que tener el oído más entrenado.
EQS: -¿Cuánto tardás en hacer una guitarra y cómo juegan los materiales en el precio final?
Lewa: -Calculá unos tres meses, a veces en invierno se estira un poco más por la pintura. Es caro hacer una guitarra. Hoy por hoy en líneas generales los instrumentos luthier en el país están bajando de precios por esto de que ahora hay muchos. Pero solo en insumos debe ser un 30% de su valor, Dependiendo también qué maderas, porque no es lo mismo rosewood de la India, que de Brasil o madera de arce o guatambú. También hay maderas nacionales increíbles. Estoy haciendo cuerpos de lenga que consigo acá. En Buenos Aires se usa mucho la lenga como sucedáneo de maderas que son difíciles de conseguir. Esta okumé también, que reemplaza a otras como la fresno de pantano que es carísima. También varía el modelo, con lo que me vale hacer la réplica de Fender capaz puedo hacer tres guitarras de otro tipo.
Ahora estoy haciendo dos guitarras para tener en stock y también dos bajos que no están pegados a ningún modelo clásico, son diseño mío. De hecho los micrófonos que tienen los diseñé yo también con un amigo que fabrica los micrófonos en Bs As. Ahora hay que esperar a ver cómo suenan.