Bucear bajo el hielo, una experiencia única en la cordillera
Marcos Ponce, fotógrafo subacuático de Esquel relata la travesía que les permitió bucear bajo una placa de hielo en una laguna totalmente congelada en Sierra Colorada #Mira
La aventura sin fin. El invierno cordillerano patagónico acerca postales maravillosas que quedan en la retina comunitaria. Las montañas, la nieve, los caminos complicados, el barro y hasta algún vehículo atravesado en los caminos.
Pero la imagen lograda bajo el hielo no es común. Y eso probablemente sea el motor de la travesía que este mes de julio inició el fotógrafo subacuático y buzo profesional Marcos Ponce junto a un grupo de amigos que comparten la pasión por el buceo.
La quietud, el silencio infinito que ofrece la caída de la nieve, ¿tiene su réplica bajo agua?
El desafío fue comprobarlo en una visita a las heladas lagunas Las Mellizas, en la zona de Sierra Colorada, paraje chubutense situado a unos 40 km de la ciudad de Esquel.
Las Mellizas son dos pequeños ojos de agua que se encuentran a unos 1000 mts sobre el nivel del mar. "No tienen mucha profundidad, pero para la actividad bajo hielo son perfectas porque se congelan totalmente" explica Marcos a EQSnotas.com
Así el escenario permite a los buzos disfrutar del ecosistema y retratarlo en fotografía, una actividad de aventura única.
Sin embargo es un ejercicio que requiere de conocimiento técnico, es distinto al buceo convencional. Hay medidas de seguridad para llevar adelante y protocolos que necesario tener sistematizados según señaló el deportista.
Si bien Ponce ya había realizado actividades de buceo bajo hielo en lagunas más grandes, esta sería su primera vez en una totalmente cubierta de hielo.
Desde hace tiempo el buzo y junto a otros especialistas en la materia como Damián Barrios y Oscar Forti buscaban un espejo de agua que se congelara por completo, Las Mellizas le permitieron programar la expedición que necesitaría de logística y un margen de preparación importante.
Todos tiene una habilidad y formación técnica en la materia. Forti es buzo de gran trayectoria, instructor en la zona, con gran experiencia incluso en Islas Malvinas.
Para llegar al lugar fue toda una odisea comenta Marcos y destaca la destreza de Damián con la camioneta " La primera vez que intentamos bucear fue el 18 de julio, pero no logramos hacerlo ya que habían entre 60 y 70 centímetros de nieve en el camino, lo que no nos permitió subir porque era nieve en polvo y no avanzaba el vehículo".
El grupo de amigos no bajo los brazos y ese sábado se abortó la operación, pero de igual manera llegaron hasta la laguna caminando y vieron que estaba totalmente congelada, lo que los motivo a volver.
El fin de semana siguiente, los buzos emprendieron viaje hacia Las Mellizas, donde se llevaron desde trineos hasta raquetas para que nada les impidiera llegar. Marcos recuerda que ese día amaneció soleado y no necesitaron hacer uso de los trineos, le pusieron las cadenas a las cuatro cubiertas y llegaron prácticamente a la laguna.
El fotógrafo describió como inician la actividad extrema "Una vez en el lugar, se piensa cual va a ser la zona donde se va a perforar, esta se hace con forma de triángulo, lo que te permite tener resistencia y firmeza para que puedas afirmarte y tener bordes definidos antes de bajar al agua. La perforación se hace con una motosierra, ya que es imposible hacerlo de otra manera porque la placa de hielo mide entre 15 y 20 cm de grosor."
Luego empieza la etapa donde se colocan las medidas de seguridad, "en el agujero pones un cabo, una soga que va hacia el fondo y el cabo de vida donde vos te vas a amarrar permanentemente y de esta manera ayudarte a salir de la laguna".Vale destacar que todo el tiempo están atados con una persona de seguridad que es la referencia externa. Las medidas de seguridad son clave para el desarrollo de la actividad, no hay margen para improvisar.
Con la perforación hecha y las medidas de seguridad los buzos pudieron sumergirse en el agua con una temperatura de 2,7°, "la visibilidad no era muy buena ya que había presencia de polvo en suspensión- nos explica- y a eso se le suma la placa de hielo con nieve arriba. Todo esto hacía que la visibilidad sea de no más de 2 metros". De esta manera el fotógrafo subacuático logró su cometido y pudo hacer capturas bajo el agua.
El dato agregado es que la temperatura exterior era de -3°, es decir, hacía más frío afuera que dentro del agua, lo que complica la salida para cambiarse afuera.
El trabajo del equipo llevo mucho tiempo de preparación, pero en el agua solo permanecieron dieciseis minutos, mas tiempo no es recomendable. La idea es entrenar las habilidades en estos espacios y aceitar protocolos.
"Hay que estar aclimatado y estar listo para sentir lo que el agua te transmite" nos explica Ponce con pasión.
Marcos se refirió al buceo como "una experiencia única donde predomina el silencio. Uno se encuentra con uno mismo y a esto le agregas la adrenalina de saber que estas buceando debajo de un techo que no te va a permitir salir si no respetas al extremo las medidas de seguridad. Es una experiencia maravillosa que permite darte ese espacio de reflexión que siempre hace falta" relata.
De todas maneras no hay logros individuales en estas travesías. Marcos explica que es imposible llevar adelante esta práctica sin un trabajo de equipo que incluye a las familias que interpretan la pasión de lo que están haciendo y resignan momentos compartidos.
El escenario está intacto y esto no es casual. Hay un compromiso de la gente del lugar que recibe con gusto a los visitantes inclusive con propuestas turísticas en Sierra Colorada que ponen en valor el espacio y el saber de los lugareños.
Ponce agradeció a Héctor Catrimil de la comunidad quien permitió acceder al lugar al igual que a Juan Peralta, Secretario de Turismo de Trevelin quien hizo el contacto para que sea posible la visita.
Los vecinos del lugar accedieron a que se realice esta experiencia pero también tuvieron el contraste este invierno de la llegada de mucha gente deseosa de realizar actividades en la nieve que se acercó para disfrutar pero sin demasiados cuidados ni respeto inclusive por alambrados, tranqueras y espacios de la gente de la zona. Sierra Colorada tiene una mirada receptiva e invita a los vecinos a disfrutar del lugar con cuidado por el espacio que los cobija.
En tierra, bajo agua o sobre el hielo el cuidado del lugar siempre debe ser parte de la misión y del disfrute. Para repetir experiencias, y mejorarlas. Esta prueba de buceo es una muestra de ello.