Gustavo Baracat, es el propietario del local gastronómico que funcionó hasta ahora frente a la plaza de Esquel.

El restaurante lleva cuatro años y medio en la ciudad "en principio tuvimos dos años muy buenos "destaca Gustavo, pero después diferentes situaciones que se dieron en la ciudad golpearon al sector y comenzó a notarse la disminución de ingresos.

El proceso del hantavirus, el incendio de la confitería del Centro de Esquí, el pago escalonado de la provincia fueron sumando a la situación que de compleja derivó a crítica.

"Si ya era difícil sostenerlo con las puertas abiertas, así que el cierre fue determinante" explica Baracat.

Legua 50 está ubicado en el centro de la ciudad y brindó hasta aquí un servicio de calidad en un ambiente distinto. El golpe de gracia que dio el cierre por la pandemia fue determinante para tomar la decisión. No se sabe con exactitud hasta cuándo se extiende el aislamiento y el protocolo que imponen el esquema sanitario, pero en algunos rubros, ligados al turismo, ya no hay "día después".

Lamentablemente con el cierre, dos empleados se quedaron sin trabajo.