El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, adelantó que "no es un bono". "Será remunerativo" y a cuenta de futuros aumentos.

El incremento por decisión de Alberto Fernández tendrá carácter remunerativo y se dividirá en cuotas durante el primer trimestre.

En el encuentro con las cámaras empresariales quedó confirmado,  que la suba tendrá un carácter universal para los trabajadores formales del sector privado, que tributará para la seguridad social (más allá del momento, en función de los pedidos expuestos ayer) y que se efectivizará en tres etapas en los meses de enero, febrero y marzo. El monto, aún no explicitado por los funcionarios, oscilará entre 6 mil y 9 mil pesos que irán a formar parte de los salarios aunque se buscará habilitar las negociaciones paritarias para ampliar su impacto.

El Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas fue el anfitrión de la reunión que ayer congregó a menos de una decena de dirigentes empresarios: participaron los vicepresidentes regionales de la Unión Industrial Argentina (UIA) Adrián Kaufmann Brea y Guillermo Moretti; el titular de la Cámara Argentina de Comercio, Jorge Di Fiori, y el secretario de la entidad, Mario Grinman; el presidente de la Confederación General Empresaria (Cgera), Marcelo Fernández, con el vice quinto, Pedro Bergaglio, y el secretario general, Raúl Zylbsersztein, y un técnico de la Cámara de la Construcción.

Las cuatro entidades patronales presentes dieron su aprobación a la medida resuelta por el Ejecutivo. En bloque, de todos modos, plantearon la necesidad de diferir la remuneratividad del aumento para amortiguar el peso sobre sus costos. En esa línea propusieron que una vez definido el valor y su distribución en tres pagos iguales durante el primer trimestre, se hiciera efectivo como no remunerativo y recién pasase a tributar al fisco a partir de su inclusión en las correspondientes discusiones paritarias.

"No hubo rechazos. Desde la Cámara de Comercio queremos que llegue la mayor cantidad de plata al bolsillo de los trabajadores. En todo caso planteamos que pueda diferirse la conversión a remunerativo y que luego eso sea resuelto en la paritaria. Nuestro problema son las cargas patronales y una carga impositiva fenomenal como nunca hubo en la historia argentina", le explicó anoche a este diario Mario Grinman. El salario formal en la Argentina tiene una carga impositiva del 17% sobre lo que perciben los trabajadores y que representa un 20% extra para el empleador.

El incremento por decreto quedó plasmado en la ley de Emergencia que sancionó el viernes el Congreso y que faculta al Ejecutivo a disponer ese tipo de recomposiciones. Pero además quedará enmarcado en las negociaciones que el Gobierno hará una vez formalizado el Consejo Económico y Social y en el acuerdo de precios y salarios.

Fuente. Telam, Ambito