Por Sergio Sepiurka

Un 24 de enero de  1870, llegó a las inmediaciones del actual Aeropuerto de Esquel, una caravana tehuelche que meses atrás había partido desde el Atlántico Sur, sumando entre sus integrantes al marino y aventurero inglés Jorge Musters.

Musters había iniciado su periplo en la chilena Punta Arenas ubicada en el extremo occidental del Estrecho de Magallanes (de cuyo descubrimiento se cumplirán pronto 500 años) y se había preparado dos meses en la Isla Pavón para la esforzada travesía.

No fueron ajenos a su aceptación en la partida los buenas referencias acercadas al Comandante Luis Piedra Buena, ese marino argentino que "cuando no salvaba náufragos, comerciaba con los indios o plantaba banderas celestes y blancas".

El viaje de Musters fue histórico en muchos sentidos. En primer lugar porque fue el primeroen recorrer esa mítica Terra Incógnita que representaba para los europeos y criollos el interior desconocido de la inmensa Patagonia.

En segundo lugar por la descripción detallada que realizó del territorio, transitando enormesdistancias acompañando la vida nómade de los tehuelches, y deteniéndose a lo largo dedecenas de paraderos que les aseguraban la provisión de agua y alimento.

Vivencia directa, observación inteligente y minucioso registro, dieron justamente como resultado su famoso libro "Vida entre los Patagones. Un año de excursiones por tierras no frecuentadas desde el Estrecho de Magallanes hasta el Río Negro" publicado en 1871.

El paso de Musters por Esquel, tiene a su vez un valor histórico y simbólico para la ciudad.Histórico porque su libro es el primer registro escrito del vocablo Esguel Kaik que identificaba este paradero tehuelche seguramente desde hacía siglos enteros.

Simbólico porque describe una temporada muy placentera vivida aquí entre el 24 de enero y el 5 de febrero de 1870, durante la cual compartieron pacíficamente juegos y actividades de caza con un grupo de araucanos acampados del otro lado de las lagunas Esquel.

Desde el paradero Esguel, Musters envió una nota al líder de la incipiente colonia galesa del Chubut, Lewis Jones. El viajero inglés pensó dirigirse al Valle del Chubut, pero finalmente optó por seguir a los tehuelches por Río Negro hasta llegar a Carmen de Patagones.

Allí fue recibido por el matrimonio Humphreys y supo de las dificultades que enfrentaba la incipiente colonia galesa del Chubut. Enseguida regresó a Buenos Aires y luego a Gran Bretaña donde se casó con una mujer de nacionalidad boliviana. Murió muy joven en 1879.

Ese año llegaría al viejo paradero Francisco Pascasio Moreno, quien lo describió así: "hemos acampado en unos de los parajes más lindos que he visto en Patagonia como sitio problable. Una ciudad argentina ha de reemplazar, algún día, el paradero del indio nómade".

Siglo y medio después, Esquel sigue conjugando su destino de ciudad y paradero, procurando conservar el aire de respeto y convivencia pacífica que Musters registró atentamente, cuando escuchó y escribió atentamente, nuestro nombre entrañable.

El sesquicentenario de la llegada de Musters a Esquel fue declarado de interés municipalmediante Ordenanza N° 246/19.

En ese marco el día miércoles 29 de enero a las 19 hs se presentará en el Centro Cultural Melipal el libro Patagonia: "Tras los pasos de Musters". UnaGuía Histórico-Geográfica para el viajero del Siglo XXI, de los investigadores patagónicos Alvaro de Brito y Marlis Kuhlmann