En 2013 un técnico del ente estatal que administra el escaso recurso hídrico proveniente del río Chubut en el valle inferior, relevó de manera solitaria y a mano los datos de las explotaciones agropecuarias e industriales en esa zona del país, donde se concentra casi la mitad de la población de ese estado patagónico.

Seis años después, tres científicas radicadas en la ciudad de Puerto Madryn crearon un mapa mucho más completo, nutrido con imágenes suministradas por un satélite de la Unión Europea y potenciado con la inteligencia artificial de Microsoft.

El caso de éxito, que se prolongará también durante 2020, fue presentado este miércoles en las oficinas porteñas del gigante tecnológico.

En el valle inferior del río Chubut, donde hace un siglo y medio llegaron colonos galeses, la agricultura es el motor productivo y el agua es un recurso fundamental para regar los cultivos.

Las científicas utilizaron modelos de inteligencia artificial y la infraestructura de la computación en la nube de Azure, el servicio "cloud" de Microsoft, para crear un mapa de usos del suelo e identificar el tipo de prácticas que hay en cada parcela.

Se trata de una herramienta fundamental que permitirá evaluar cómo el impacto del cambio climático junto a los cambios en el uso del suelo puede afectar la calidad y cantidad de agua, contribuyendo a una mejor planificación de los recursos naturales y gestión del territorio.

Los resultados de la primera etapa de esta investigación realizada por Ana Liberoff, Natalia Pessacg y Silvia Flaherty, las científicas argentinas beneficiarias del programa "AI for Earth" (inteligencia artificial para la tierra)" fueron consecuencia de un año entero de trabajo durante el cual utilizaron inteligencia artificial y redes neuronales con el propósito de crear un mapa de uso y cobertura del suelo para el valle inferior del río Chubut, a partir de imágenes satelitales, para contribuir en la conservación y gestión de los recursos hídricos.

Las sequías, los incendios forestales, la muerte de especies animales y vegetales, los desbordes de ríos y lagos, los pueblos enteros que deben escapar de sus tierras porque se vuelven invivibles, son algunas de las manifestaciones concretas que advierten que el cambio climático es una realidad urgente.

De acuerdo con estudios previos realizados por las científicas, se estima un aumento de temperatura mayor a 1.5 °C y una disminución de la precipitación de entre 10 y 30% para la cabecera de la cuenca del río Chubut.

A diferencia del río Limay, cuyo caudal es alimentado por el deshielo de nieve caída en la cordillera de los Andes, el Chubut se nutre de lluvias en su curso superior, entre las provincias de Río Negro y Chubut.

Según las estimaciones de las científicas, esto se traduce en una disminución de la producción de agua media anual de entre un 30 y un 40% para el periodo 2071-2100.

Se trata de un área clave en la provincia y en la Patagonia ya que la mitad de la población de Chubut se concentra en la cuenca.

Liberoff y Pessacg pertenecen al equipo de investigación del Centro Nacional Patagónico (Cenpat) que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Flaherty es de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

Desde hace seis años trabajan en la investigación de los servicios ecosistémicos que son aquellos que la naturaleza le brinda a la sociedad (como por ejemplo el suministro de agua limpia), de gran relevancia e impacto en la calidad de vida de las personas.

El programa AI for Earth de Microsoft invierte en investigación de IA y tecnología en cuatro áreas clave: cambio climático, agricultura, biodiversidad y agua, a través de contribuciones que brinden acceso a IA, ofertas de capacitación y educación e inversión en soluciones innovadoras.

Las científicas avanzaron un paso más en su investigación. Formaron un grupo interdisciplinario integrado por expertas en biología, meteorología, sensores remotos, ingeniería electrónica y computación. La próxima convocatoria de Microsoft cierra el 6 de enero de 2020 y para anotarse hay que ingresar aquí.

Uno de los objetivos de este mapa es contar con tendencias de cambio de uso de suelo combinadas a cambio climático. Los efectos de éste sumados a la transformación en la cobertura del suelo pueden afectar la cantidad y calidad del agua del río.

Fuente IProfesional