Recomendaciones de Salud para prevenir la transmisión de bacteria que causa faringitis aguda
Desde el Ministerio de Salud de Chubut se explicó la situación epidemiológica del Streptococcus pyogenes que también es causa de infecciones cutáneas. Síntomas, transmisión y tratamiento.
Este miércoles la ministra de Salud del Chubut, Miryám Monasterolo, reconoció que a nivel nacional hay una alerta por la bacteria que provoca la faringitis aguda y confirmó que hay casos registrados y dos fallecimientos en la provincia, uno de ellos en Esquel.
En ese marco, el Ministerio de Salud y la Dirección Provincial de Patologías Prevalentes y Epidemiología, brindó recomendaciones a la población orientadas a prevenir la transmisión de la bacteria Streptococcus pyogenes, causa bacteriana más frecuente de la faringitis aguda e infecciones cutáneas como impétigo, celulitis y escarlatina.
Desde la cartera sanitaria se recomienda que las personas enfermas deben evitar concurrir a lugares públicos como el trabajo o escuela y restringir los contactos hogareños; lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, o bien usar soluciones alcohólicas al 70%; no compartir objetos de uso personal como cubiertos, vasos, toallas, entre otros; ventilar adecuadamente y de forma regular los ambientes; y mantener los esquemas de vacunación al día según edad y recomendaciones vigentes.
Vigilancia regular y de calidad
En este sentido la directora provincial de Patologías Prevalentes y Epidemiología, Mariela Brito, explicó que “la provincia del Chubut sostiene una vigilancia regular y de calidad de los eventos invasivos por esta bacteria” y detalló que “durante 2023 se han reportado 13 casos confirmados en distintas localidades de la provincia y en distintos grupos etarios, con dos fallecidos”, mientras que el año pasado también “se produjo un fallecimiento por esta causa”.
Asimismo, la referente provincial destacó que “la estrategia de vigilancia, clínica y laboratorial, por parte de los equipos de salud de la provincia permite obtener datos oportunos y de calidad de los eventos de notificación obligatoria, para poder generar acciones de control”.
Transmisión, síntomas y tratamiento
El Streptococcus pyogenes, también conocido como Streptococcus del grupo A, comúnmente causa enfermedades leves como amigdalitis, faringitis, impétigo, celulitis y escarlatina. Sin embargo, en muy raras ocasiones, la infección puede conducir a la enfermedad invasiva, que se manifiesta en infecciones diseminadas en sangre, neumonías, meningitis, celulitis o fascitis, que requieren de internación y tratamiento.
La transmisión de esta bacteria ocurre por contacto cercano con una persona infectada, a través de la tos, los estornudos o el contacto con una herida. El período de incubación para la enfermedad varía de acuerdo a la presentación clínica, entre 1 a 3 días.
El tratamiento adecuado de las personas infectadas con antibiótico durante por lo menos 24 horas elimina por lo general su capacidad de propagación, por lo que dejan de contagiar. La faringitis se diagnostica mediante cultivos bacterianos y se trata con antibióticos. La higiene de las manos y la higiene personal pueden ayudar a controlar la transmisión.
Los síntomas de la faringitis son dolor de garganta; fiebre; cefaleas; dolor abdominal; náuseas y vómitos; enrojecimiento de faringe y amígdalas; mal aliento; y ganglios aumentados de tamaño en el cuello.
En lo referido a la escarlatina, los síntomas más frecuentes son garganta roja y adolorida; fiebre de 38,3 °C o más; erupción color rojo con textura de papel de lija; piel de color rojo intenso en los pliegues de axila, codo e ingle; recubrimiento blancuzco sobre la lengua o el fondo de la garganta; lengua “aframbuesada”; dolor de cabeza; náuseas o vómitos; inflamación de los ganglios; y dolores en el cuerpo.
Es de destacar que ante la presencia de algunos de estos síntomas es importante evitar la automedicación con antibióticos y realizar una consulta médica para tener diagnóstico oportuno.
En el caso de recibir indicación médica de tratamiento antibiótico, es fundamental completar el esquema, es decir no acortar ni abandonar los tratamientos anticipadamente, ya que la utilización inadecuada de los antibióticos promueve la resistencia bacteriana, hecho que atenta contra su efectividad en el futuro.