Reclamo y polémica por los campings libres: "Son incontrolables y una experiencia desastrosa para el visitante"
En el marco del planteo y junta de firmas para que vuelvan a habilitar el pernocte, desde el Parque Nacional Los Alerces indicaron que los problemas se presentan durante la noche y se dificulta controlarlos con el personal que tienen disponible.
Comienza la temporada de verano y los pernoctes en el Parque Nacional Los Alerces por parte de visitantes locales y de otros lugares. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Esquel realizaron una colecta de firmas con el objetivo de renovar el reclamo para que habiliten el acampe en campings libres, tras casi 4 años de restricción.
Danilo Hernández, quien está a cargo temporalmente de la intendencia del Parque Nacional Los Alerces, habló sobre lo que significan y las problemáticas que generan.
En comunicación con Notas de Radio de FM Sol, aclaró que actualmente se encuentran las áreas de uso diurno en donde los visitantes pueden pasar el día y de manera gratuita, pero no están habilitadas para pernoctar. Y esto tiene que ver con una serie de problemáticas que han ocasionado los camping libres y que Hernández ha vivido como guardaparque.
Sostuvo que una de las cuestiones es que genera problemas de impacto ambiental por "un uso al que no se le puede poner límite". En relación a esto, afirmó que “la gente va a un camping libre, sin control y si tiene 20 parcelas con 20 fogones no es que vienen 20 grupos y listo, sino por el contrario, se meten más personas y esto provoca que el lugar esté detonado”.
Además, expresó que se hace “insoportable la convivencia por la heterogeneidad de los usuarios”. Según sus dichos, están por un lado quienes disfrutan del día y a la noche quieren dormir, y por otro, aquellos que “a la noche ponen música, se intoxican son bebidas alcohólicas u otras sustancias, amenazan a personas o se caen en la carpa de aquel que está durmiendo”.
Por lo tanto y teniendo en cuenta este tipo de hechos, Hernández sostuvo que "se pensó muy bien después de la pandemia, la posibilidad de habilitar estos lugares que son incontrolables".
Más adelante, recordó algunas experiencias que tuvo como guardaparque y señaló que en una ocasión fueron a buscarlo porque “había sido una noche terrible por parte de quienes pretendían dormir” y agregó “me pasé todo el día siguiente en ese camping; mientras estuve se contuvo pero cuando me retiré se descontroló”.
A partir de su experiencia, consideró que “el parque ya no puede darse el lujo de ofrecer este tipo de camping”. Sin embargo, sostuvo que en el caso de que el Estado decida que quiere habilitarlos, “tiene que poner tres personas con turnos de ochos horas, que estén de manera permanente”. Por lo tanto, afirmó que se deberá evaluar si quieren "invertir en cuidadores o si el servicio se terceriza, pero ya no serían campings libres".
Más adelante, enfatizó que implican “una experiencia desastrosa para el visitante” y que se dificulta poder controlarlos con el personal que tienen disponible y el “esquema de despliegue territorial que está pensado en 1950”.
Por último y en relación a las firmas juntadas por APDH Esquel, manifestó que toman en cuenta los reclamos, pero "mientras no tengamos más personal, esto es lo que podemos hacer".