El papa emérito Benedicto XVI muró este sábado por la mañana en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en 2013. Tenía 95 años.

“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, señaló el director de la oficina de prensa vaticana en un comunicado. La capilla ardiente se ubicará en la Basílica de San Pedro a partir del lunes 2 de enero por la mañana.

Benedicto XVI había pasado los años de su retiro en una residencia en el interior del Vaticano. No padecía ninguna enfermedad severa, sólo los achaques normales de su edad avanzada. Progresivamente había ido perdiendo la movilidad y la voz, lo que limitaba aun más sus apariciones públicas y su participación en oficios religiosos.

Durante su pontificado, Benedicto XVI fue el encargado de crear la Prelatura de Esquel en el año 2009 y en ese momento nombró al sacerdote polaco José Slaby, como primer obispo-prelado de la nueva circunscripción eclesiástica argentina.

Por tal motivo, el Obispo Slaby, junto a los sacerdotes, Vida consagrada, Seminaristas y Laicos, se expresó ante el fallecimiento del Papa emérito, pidiendo una oración por su eterno descanso. 

El pontificado de Benedicto XVI

Su elección como Papa, el 19 de abril de 2005, no causó demasiada sorpresa: Joseph Ratzinger, entonces de 78 años, y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, era el más estrecho colaborador de Juan Pablo II desde comienzos de los años 80.

Casi 8 años después, sorprendió al mundo entero presentando su renuncia, el 28 de febrero de 2013, algo que no sucedía desde el siglo XIII. Ningún pontífice renunciaba, sólo la muerte abría el proceso de la sucesión.

Aquel gesto inédito inició el camino de una renovación que tuvo su primera manifestación en la elección por primera vez en la historia de un pontífice no europeo, el argentino Jorge Bergoglio.

Durante su pontificado, Ratzinger debió enfrentar varias crisis, siendo la más grave el escándalo producido por los delitos de abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia en varios países del mundo. Fue él quien tomó las primeras medidas para lidiar con estos casos de un modo más efectivo y transparente.

En sus casi ocho años de papado, Benedicto XVI visitó 24 países en cuatro continentes. Publicó tres encíclicas. 

En materia de diálogo interreligioso, dio continuidad al vínculo con los protestantes y, en su viaje a Alemania en 2005, fue el primer Papa en visitar una sinagoga en ese país. Del mismo modo, en su viaje a Turquía, visitó la mezquita Sultán Ahmed. En el año 2008, modificó la liturgia de Semana Santa eliminando la mención a los judíos. También visitó el campo de exterminio de Auschwitz.

Otro legado fundamental de Ratzinger es el intelectual, ya que fue un eminente teólogo, de lo que dejó constancia en varios libros. Entre ellos, ocupan un lugar destacado su Introducción al Cristianismo, recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de fe apostólica; y Dogma y revelación (1973), antología de ensayos, predicaciones y reflexiones, dedicadas a lo pastoral.

Fuente: InfoBAE