Marcela Appelhanz: “La mejor pescadora que conozco es una mujer”
La flamante primera guía de pesca mujer de la provincia cuenta cómo dejó su trabajo de oficina y aterrizó en un lodge de Río Pico. #EnVideoEQS
Por Milagros Nores
El curso de guía de pesca deportiva provincial finalizó recientemente en Esquel, después de una formación intensiva de cinco meses, de la que resultaron cinco guías profesionales.
Entre ellos, la primera mujer de la provincia: Marcela Appelhanz, joven pescadora oriunda de Bariloche que desde hace dos años se desempeña en el Lodge Las Pampas en Río Pico, como asistente de guía de pesca, y ahora lo hará como guía habilitada.
Marcela asegura estar acostumbrada a estar entre hombres, y aunque para ella es su rutina desde que dejó todo para dedicarse a la pesca deportiva, su conquista no es poca en los tiempos que corren.
-Imagino que comenzaste a pescar desde muy chica ¿no?
-Sí, desde muy chica pesco con mi papá, que fue uno de los pioneros de la pesca en los años ´80 en Bariloche, donde nací y me crié. Él lo hacía como hobby, y cuando quiso hacerse guía surgió que nos fuéramos a Estados Unidos a vivir. Yo tenía como doce o trece años. En el primer tiempo como inmigrantes allá no pescábamos, nos estuvimos acomodando... pero ya de grande después de la universidad empecé a querer salir a pescar de nuevo.
-Y ¿cómo surgió la posibilidad de dedicarte a esto como una profesión?
-Siempre me gustó como hobby. Pero no tenía tiempo. Yo estaba trabajando en una oficina todo el día pegada a la computadora. Y me cansé. Un día miré por la ventana y dije "tengo que salir a hacer esto, porque me apasiona". Estaba trabajando en Washington DC, manejaba dos horas de ida y dos de vuelta, realmente allá es un estilo de vida esto de vivir para trabajar. La única vida que tenía era los fines de semana saliendo a pescar y desconectándome de todo. Algo me movió adentro y dije "tengo que hacerlo como profesión porque me encanta y me lleva a lugares hermosos".
Ahí renuncié, me fui a la costa oeste, a San Diego, a trabajar en un local de pesca con mosca, donde aprendí de equipos, de nudos, de moscas, etc. En el negocio, el dueño me ayudó a entrar en ese mundo, a guiar un poco en la costa, en la bahía, en agua salada. Salíamos a pescar a mar abierto. Y ahí me encantó, entendí que era lo mío. Pero después me di cuenta de que me faltaba algo, que lo encontré cuando me vine: era volver a Argentina.
-¿Cómo surgió venir de Estados Unidos a Río Pico?
-No quería vivir en Bariloche. Me puse en contacto con gente de acá. No sabía cómo iba a ser la transición. Fui conociendo, mandé curriculums y un día me dijeron ´vení, aprendé´. Así es como llegué a la zona de Las Pampas en 2015, que es una aldea rural cerca de Río Pico, conseguí una oportunidad de asistente de pesca en un lodge que me recibió como si fuera familia y nunca hubo ningún problema en enseñarme absolutamente todo.
-¿Cómo es tu trabajo allá en un mundo de hombres?
-No me molesta que sean todos hombres, aunque estaría bueno que haya otra mujer. Por alguna razón u otra siempre estuve entre hombres y la verdad que me manejo bastante bien. Termino siendo uno más de los chicos.
Marcela cuenta que conocer el ambiente donde se pesca, en su caso el Río Pico, el Río Pampa y los lagos 1,2,3,4, 5, "es horas y horas de río, con los que están en la zona y llevan años recorriéndolos. Te van pasando el conocimiento de a poquito. En mi caso, siempre me abrieron las puertas".
-¿Tenés algunas clientas mujeres o que acompañan a los maridos?
-Sí, me ha tocado estar con mujeres en algún momento solas y la verdad que está buenísimo pescar con mujeres, hablás de otras cosas, te conectás... El mejor pescador que he tenido es una mujer. Es la que mejor lanza, la que mejor pesca. Apasionada.
-Y a nivel trato con clientes, conociendo que muchos son pescadores experimentados, ¿te ha pasado que no reciban bien alguna sugerencia?
-Creo que se da como en todos lados. Pasa que por ahí tenés una persona que piensa que sabe más, pero es parte del manejo y conducción del pescador. Es cuestión de hacerle entender que uno pasa 180 días del año en ese río y que confíen en mi experiencia.
#EnVideoEQS Marcela nos cuenta en qué consiste una formación de guía de pesca y cómo lo vivió particularmente: