Decir que la cordillera está llena de posibilidades de desarrollo productivo realmente no es noticia.

Pero si las alternativas se multiplican, se amplían, y además suman actores del ámbito educativo, el futuro de esas ideas es posible.

Los alumnos de la carrera de Enología y Viticultura del ISET 815 hicieron una cata actuando como panelistas sensoriales de los vinos en desarrollo.

Se trata de una propuesta generada por un convenio de cooperación interinstitucional que involucra a los estudiantes de primer año de la Tecnicatura, el INTA Esquel, el Instituto de Biotecnología INBIES de la UNPSJB y dos bodegas: Familia De Bernardi y Viñas de Nant y Fall.

El proyecto de investigación apunta a evaluar el empleo de chips de maderas patagónicas para vinos, con el objetivo de cultivar Pinot Noir, producidos en la Patagonia Argentina. El vino patagónico también suma sabores y sensaciones que llegan con la producción forestal.

En esta oportunidad el análisis sensorial correspondió a los vinos de Bodega Familia De Bernardi y la actividad tuvo lugar en el marco del taller Análisis Sensorial I que dicta la Ingeniera en Alimentos Yamila Arias.

Por su parte el Ingeniero Oscar Troncoso del Instituto de Biotecnología INBIES de la UNPSJB, explicó la iniciativa que fue impulsada junto a Gustavo Salvador de EEA INTA Esquel,  y que además es la  Tesis de grado de la estudiante Sabrina Rua de la Facultad de Ingeniería de UNPSJB .

Y así explicó el trabajo de añejamiento en maderas patagónicas que tiene un nivel de trazabilidad particular

Más adelante, se refirió al origen de la madrera tanto ñire, como lenga o laura que se selecciona de manera especial.

"Creo que para la zona el proceso debe ser inédito con estas maderas. Lo distinto es que estamos usando madera local en la producción local. Es valor agregado en origen" indicó