Fueron encontradas crías de animales muertos y cuereados al costado del camino a La Hoya. Las hallaron subiendo donde termina el camino pavimentado a mano izquierda.

Aparentemente, se trataría de cazadores furtivos que tras hacerse de las pieles abandonaron los desechos a la vera del camino.

En un principio se informó que se trataba de guanacos, una especie de alto valor turístico en la zona que se encontraba en un área protegida. Sin embargo, luego se aclaró que podría tratarse de cánidos (perros/zorros).