Dos pescadores encontraron rastros de piel luego de cortar las vísceras de uno de los tres cazones -un tipo de tiburón- que habían pescado en la zona de Comodoro Rivadavia. Ante esto, informaron a la Prefectura Naval de Caleta Córdova y el dato de que el antebrazo hallado tenía tatuado una rosa color verde y rojo con una inscripción ilegible fue clave. 

Se trata de Diego Alejandro Barría, el joven que desapareció desde hace siete días en la zona sur de la provincia y que era intensamente buscado. El lugar al que concurrió el joven trabajador petrolero es un sitio de concurrencia habitual para la gente de la zona.

En la madrugada del domingo, alrededor de la 1:20 dos pescadores informaron a la sede de Caleta Córdoba de la Prefectura Naval sobre el hallazgo de restos humanos dentro de tres cazones que habían sido capturados en la zona de Rocas Coloradas.

Luego de que se informara a personal de Criminalística, los restos fueron trasladados a la Morgue Judicial, donde los familiares de Barría los identificaron ante el Jefe de Fiscales Dr. Cretton y otros funcionarios judiciales. Además, se encontraron los lentes del hombre en un estuche en la zona varias horas antes del hallazgo de los restos.

Barría, de 32 años, había sido visto por última vez el sábado 18 de febrero a las 23.30. Iba desde su casa al campo en cuatriciclo. En el medio del recorrido, saludó a unos amigos pescadores. Su familia sabía que estaba demorado. En la penúltima parada habló con un conocido. Luego, nada más se supo de él. 

El cuatriciclo, destrozado al igual que su casco, fue encontrado por un grupo de personas a 40 horas de que se lo vio por última vez. Desde entonces, las autoridades policiales, personal de Bomberos y Prefectura Naval llevaban a cabo un intenso trabajo de rastrillaje desde el aire y vía submarina en el paraje costero entre Puerto Visser y Rocas Coloradas.

Fuente: ADNsur