La pericia ígnea: El punto de encuentro entre la muerte de Ana Calfín y Wanda Taddei

La muerte de Ana Calfín es investigada con especial atención por el Ministerio Público Fiscal a partir de los datos que los llevan a pensar que las quemaduras que sufrió la mujer y provocaron su muerte, no fueron casuales.

La hipótesis sobre un homicidio basado en violencia de género cobra fuerza y es lo que motivó que se avanzara con la detención de su pareja.

Los elementos reunidos hasta el momento, llevaron a que el fiscal Martin Robertson, disponga la apertura de la investigación por el hecho calificado provisoriamente como constitutivo de homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido con violencia de género. El imputado cumple una medida de coerción.

Robertson requirió el dictado de la prisión preventiva en comisaría por el plazo de seis meses, por entender que hay riesgo de fuga y de entorpecimiento, pero la Defensa, ejercida por Marcos Ponce, se opuso y la Jueza Revori entendió que los elementos resultaron insuficientes para disponer la prisión preventiva del imputado en comisaría, por lo que decidió su arresto domiciliario por un plazo de tres meses.

Lo cierto es que en este lapso se ordenaron diferente pericias para fundamentar la hipótesis de la fiscalía, entre ellas las realizadas por peritos de la Policía federal para reconstruir el hecho.

La hipótesis del fiscal

La Fiscalía sostiene que el 06 de agosto, pasadas las 21:27 horas, en un domicilio del Barrio Lennard Englud, se produjo una discusión entre Ana Alicia Calfín y su pareja. La relación entre ambos llevaba un año, y según elementos que tuvo en cuenta la Fiscalía, sería una relación asimétrica, en la que habría violencia de género.

En ese contexto el imputado habría quemado a su pareja, haciendo pasar la situación por un accidente doméstico. Producto de esto la víctima falleció el 18 de agosto de 2023 a las 14:45 aproximadamente.

La pericia ígnea realizada por un especialista en femicidios

Entre las pruebas solicitadas por la Fiscalía se incluye una pericia ígnea realizada por un experto en femicidios que también intervino en el resonado caso de Wanda Taddei, la mujer que murió producto de las quemaduras generadas por su pareja Eduardo Vázquez, ex baterista del grupo Callejeros. 

El Fiscal Robertson señaló en este sentido que “hay ciertos comportamientos respecto al fuego que pueden determinar si un relato se condice con la dinámica de lo que se encuentra en el lugar”. La presencia de manchas de líquidos acelerantes como nafta, kerosene o alcohol pueden generar diferentes comportamientos del fuego.

“La dinámica del fuego y los elementos que expulsa una combustión lenta puede expandirse de una u otra forma” remarcó.

Sin embargo el acento en este caso, ante la hipótesis del femicidio, está puesto en la manera en que el fuego afecta directamente el cuerpo de Ana produciéndole las quemaduras de extrema gravedad que la llevan a la muerte. Un caso particular puede ser si efectivamente se demuestra que hay marcas de combustible en la ropa, por ejemplo.

La discusión por la entrega de la llave

Días atrás la fiscal Rafaella Riccono pidió la realización de la audiencia para discutir la entrega de la llave de la casa en la que vivía Ana Calfín con su pareja, hasta el momento en que ocurrió el hecho por el que perdió la vida. La Fiscalía requirió que la llave se entregue al hijo mayor de edad. La Defensa se opuso y pidió que se le devuelva al imputado ya que en la vivienda están sus pertenencias personales. 

La fiscal expuso que el terreno le fue cedido a Ana por su padre, para que construya su vivienda. La construcción estuvo a cargo del sobrino de Ana y fue ella quien compró los materiales y pagó a su sobrino por la obra. Riccono indicó que el imputado vivía hace solo un año con la víctima y no tiene derechos hereditarios. 

Añadió luego que “nadie puede beneficiarse por su propio hecho delictivo”, que hay una investigación abierta contra el imputado por femicidio, por lo que no se le puede entregar a él la casa que era de la víctima. “Por lo menos no en esta instancia de la investigación”.

La juez Fernanda Révori consideró que si la llave de la vivienda se le secuestró al imputado -quién está siendo investigado, pero es inocente hasta que se demuestre lo contrario- se le debe devolver a él.

Dispuso que la restitución de la llave sea en carácter de depositario judicial. No podrá disponer de nada de lo que haya dentro del domicilio, ni de la casa. Se deberá hacer primero un inventario pormenorizado de lo que hay allí y el día en que se le requiera la restitución deberá entregar todo lo que allí estaba, de no hacerlo cometerá el delito de depositario infiel.

La convocatoria a una movilización

Rodrigo Molina, hijo de Ana, señaló que hasta el momento no tienen información certera sobre la causa y no están de acuerdo con lo que dispuso la justicia respecto a la casa en la que vivía la mujer con su pareja hasta el momento en que ocurrió el hecho donde perdió la vida. Dijo que las cosas que están en el domicilio son de su mamá, pero lo que más importa es que se “esclarezca el hecho”. 

Asimismo, comentó que tiene una hermana y un hermano menor que están estudiando y se encuentran pasando meses “muy difíciles”. Además, valoró el apoyo y acompañamiento de toda la familia: “nos hacen sentir más fuerte cada día”, subrayó. 

La familia de Ana Calfin está convocando a una marcha el próximo miércoles 18 de octubre a las 11 horas en la Plaza San Martín para pedir justicia y que se esclarezca el presunto femicidio ocurrido el 6 de agosto.