Jornadas de Derecho: la responsabilidad de los funcionarios y el discurso del odio en la agenda
La jueza Silvina Namer destacó en Trevelin la importancia de una administración pública ética y la necesidad de debatir el impacto del discurso del odio en la sociedad.
En el marco de las jornadas sobre Derecho Público, Administración Pública y actualidad organizadas por el Colegio Público de Abogados de Esquel , la Dra. Silvina Namer, jueza del Tribunal Oral Federal N.º 8 de la Capital Federal y con intervención en la conocida causa de "Los Copitos", abordó temas de crucial relevancia como la administración de fondos públicos, el recupero de activos y las sanciones a funcionarios públicos. Además, se adentró en el impacto del discurso del odio en el contexto de la libertad de expresión y su regulación.
Durante su exposición, Namer desarrolló una ponencia sobre la administración de fondos públicos, las políticas públicas de recupero de activos y las sanciones a funcionarios públicos, destacando la relevancia de estos temas en la construcción de una gestión estatal más eficiente y transparente. "El encuentro marca la importancia de debatir qué queremos del Estado, de la justicia y de la propia administración pública, siempre desde una perspectiva humana", señaló.
Uno de los aspectos que Namer resaltó fue el clima enriquecedor del evento. “Fue un espacio muy productivo, y lo más importante es que se logró debatir con puntos de vista opuestos. Es fundamental rescatar este tipo de espacios cuidados, que permiten construir consensos incluso en medio de diferencias profundas”, subrayó.
El discurso de odio y la libertad de expresión
En contacto con los medios la funcionario judicial fue consultada sobre el particular momento con un discurso agresivo hacia determinados sectores desde las primeras líneas de la función pública.
"Ese discurso puede analizarse desde la libertad de expresión o regularse para evitar acciones concretas que representen peligro hacia terceros", explicó. Sin embargo, destacó que la cuestión no es sencilla: “Es muy difícil determinar si deben existir regulaciones específicas, pero lo que sí es necesario es dar el debate y analizar de qué manera se puede intervenir”.
Namer alertó sobre una paradoja que comienza a manifestarse en este ámbito: “Las mismas plataformas terminan regulando funciones que corresponden al Estado, ya que el propio Estado depende de ellas. Esto genera un círculo complejo que requiere un análisis profundo”.
La responsabilidad en el discurso público
La Dra Namer también se refirió a la responsabilidad de los funcionarios públicos y personas con exposición mediática. "Todos los funcionarios y quienes tenemos la posibilidad de hacer declaraciones con trascendencia social debemos ser cuidadosos con lo que decimos. Como personas expuestas, estamos bajo observación constante y tenemos un deber con la ciudadanía: expresarnos, pero sin generar daños o empeorar la comunicación”, sostuvo.
Para Namer, esta tarea implica un balance delicado entre la libertad de expresión y la responsabilidad cívica, especialmente en un momento de alta polarización social. “Debemos tener presente que nuestras palabras pueden impactar en la vida de las personas y en el clima social.”, concluyó.