Estafa en la compra de aberturas: "Es muy difícil recuperar el dinero pero queremos hacer algo para que no vuelva a pasar"
Uno de los damnificados contó cómo fue estafado por la empresa Disser SAS en Esquel. Sacó un crédito, pagó por unas aberturas que nunca le entregaron y tuvo que vender su auto para poder completar la construcción de su casa.
El pasado viernes 17 de mayo se realizó en Esquel una audiencia preliminar en el marco de la investigación de hechos de estafa en la compra de aberturas de aluminio a la empresa Disser SAS. Fiscalía quiere llevar a juicio 24 hechos
Cabe recordar que en el año 2022 y, a raíz de distintas denuncias de estafa en la compra de aberturas de aluminio, se realizó la apertura de la investigación en la Fiscalía de Esquel. En su momento se hablaron de 16 hechos que perjudicaron a familias entre 2020 y 2021.
En la causa en la que se investiga a la firma Disser SA, la cual tenía oficinas en la ciudad de Esquel y un depósito en la localidad de Trevelin, se conoció que 24 vecinos resultaron estafados.
Maximiliano Bossolasco es un vecino de Esquel y fue uno de los damnificados por esta empresa. En diálogo con Notas de Radio por FM Sol Esquel, dio su testimonio, contó cómo fue estafado y pidió que se haga justicia.
Bossolasco relató que, para poder construir su casa sacó un crédito, pagó a la empresa Disser por unas aberturas que nunca le entregaron y tuvo que vender su auto para poder completar la construcción con otras aberturas.
“Mi caso fue entre diciembre del 2021 y enero del 2022, estaba construyendo mi casa, tenía un crédito de PROCREAR. Pagué 4 mil dólares por las aberturas que nunca me entregaron”, explicó.
“Tenía el dinero de un crédito, estaba preparado para poder hacer la compra, el pago fue en enero del 2022, en esa etapa la construcción estaba recién iniciándose”, agregó.
“Les escribía y no me contestaban. En Agosto me escribieron desde otro teléfono, diciendo que se habían quedado sin materia prima. También dijeron que iban a empezar a enviar las aberturas desde Buenos Aires”, señaló Bossolasco.
Por otra parte, el damnificado indicó que el propietario de la empresa y su mujer están viviendo actualmente en Buenos Aires. “Sabemos que es muy difícil recuperar el dinero que nos sacó, pero queremos hacer algo para que no vuelva a pasar”, afirmó.
Asimismo, el vecino que fue víctima de esta estafa señaló que los denunciados ya tenían denuncias en la ciudad de San Carlos de Bariloche, “pero allá la fiscalía nunca siguió la investigación”.
La investigación de Fiscalía en Esquel
La fiscal María Bottini y el funcionario Julián Forti, presentaron la acusación pública pidiendo la apertura de la etapa de juicio.
El abogado Daniel Sandoval, planteó un recurso a la Cámara Penal. Se espera la definición para dar continuidad al proceso.
El caso se inició a partir de las denuncias realizadas por los damnificados por la empresa Disser S.A.S., que aparentando solvencia realizaba ventas de aberturas y recibía dinero a cambio, pero no cumplía con lo pactado.
Disser aparentaba ser una empresa seria y además era recomendada por profesionales de la zona y otros clientes a quienes les había cumplido.
Los 24 hechos, muestran el mismo “modus operandi”. Al profundizar la investigación se pudo determinar que operaciones de las mismas características delictivas fueron realizadas por los imputados, al menos en las localidades de Bariloche y Tres Arroyos.
Tampoco, cumplían con sus empleados ni con personas que contrataban por otros motivos, como alquileres.
Cifra millonaria
El perjuicio económico fue cuantificado en la pericia contable realizada por la Contadora Karlem del ETM.
Bottini sostiene que los imputados se han enriquecido injustificadamente estafando a quienes de buena fe iban a contratar los servicios de la empresa Disser S.A.S.
La valuación del daño y del beneficio patrimonial obtenido en perjuicio de las víctimas asciende a 241.000 dólares, conforme monto actualizado al día de la fecha.
El comportamiento de los imputados
La Fiscalía sostiene que luego de dejar una cantidad de personas sin entregarles las aberturas, dejaron de contestar los reclamos, y se fueron de la ciudad sin dejar rastros.
Fueron ubicados a través de un trabajo en conjunto de la Brigada de Investigaciones de esta ciudad y del mismo organismo de la provincia de Buenos Aires.
También se pudo establecer que mientras recibían reclamos de diferentes clientes, continuaban tomando nuevos pedidos, a sabiendas que no iban a poder cumplir, y además ni siquiera con el dinero entregado por los nuevos clientes intentaron abastecer al resto con los que ya venían incumpliendo.