25 de mayo: ¿Cómo relacionamos patria, capitalismo y pandemia?
Atravesamos un nuevo Día de la Patria en pandemia. Recordamos este análisis del profesor de historia, Roberto Vago que sigue vigente sobre modelos de país y revoluciones.
Mientras el mundo asiste a una extraordinaria pandemia que puso en jaque las verdades vigentes sobre economía y política, el 25 de mayo, día de la patria, es la oportunidad para interpelar a los argentinos sobre su propio modelo de país.
Buscamos la guía de Roberto Vago, Profesor de Historia y de economía política desde hace 38 años para echar luz sobre las inquietudes que podrían caber en esta fecha bien nuestra, en un contexto tan particular.
¿Qué revoluciones podría alumbrar el mundo y la Argentina para salir de la pandemia por coronavirus? ¿En qué se parece aquella nación de 1810 que soñaron los ideólogos de mayo a la actual? ¿Qué modelo de país es ideal (y viable) para la Argentina y cómo se construye sólidamente, sin interrupciones tan drásticas entre una gestión de gobierno y otra?
Para Roberto hay revoluciones que ya comenzaron a transitarse y no tienen vuelta atrás y hay muchos paradigmas que deben re discutirse en pos de un mundo más inclusivo.
EQS —La pandemia atraviesa una fecha patria. ¿Qué análisis podemos hacer?
RV —La relación de los virus con los sistemas socioeconómicos es un trabajo que estoy haciendo. Yo no creo en las teorías conspirativas. Hemos convivido cinco millones de años con virus, somos productos culturales de los virus. Pero cada vez que hubo una pandemia, el mundo cambió. A veces para mejor o para peor, pero no son gratuitas en la historia de la humanidad. Sí me parece que va a alumbrar ese mundo nuevo. ¿A qué mundo? Quien te lo diga miente. Depende de nosotros.
—¿Cómo se configura el concepto de nación en este contexto, si es viable pensar en reconstruir nuevos modelos económicos o políticos?
—La concepción de Nación es de un momento histórico determinado y de una clase social determinada. El capitalismo en un momento de su evolución de capitalismo comercial a capitalismo industrial tenía un sector que era la burguesía, que necesitaba naciones, necesitaba un estado fuerte, que pusiera las reglas de juego, que no solo reconociera los derechos de la burguesía sino que gobernara a favor de ella, defendiendo sus intereses. Nuestros próceres, padres de la patria, tenían esa concepción nos guste o no. La patria entendida como un sector social encargado de llevar adelante los asuntos políticos en defensa de ese sector mismo. Ese concepto hoy quedó totalmente perimido, no tiene nada que ver con aquél.
Lo que la pandemia puso sobre la mesa es lo que muchos percibíamos desde hace algunos años: el capitalismo ya daba muestras de un agotamiento. El neoliberalismo puso casi afuera de discusión un montón de cosas que hay que discutir de nuevo. Vos hace cinco años planteabas que educación y salud son esenciales y son el motivo por el cual existe el Estado, que ni siquiera son una inversión, están afuera de los términos del capitalismo, y te decían 'andá a vivir a Cuba, a Corea del Norte' Pero no estamos hablando de comunismo, sino de capitalismo serio.
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—¿Por qué parecen tan sólidas las democracias de los países más desarrollados y Argentina no puede construir un modelo que perdure en el tiempo?
—Esto tiene explicación. En algún momento, Estados Unidos fue primero, pero después en Europa también: la burguesía y la alta burguesía lograron conformar un modelo político y económico relativamente estable. Ahora esa estabilidad se la dio la inclusión de otros sectores sociales. Después de la 2da guerra mundial, ¿por qué las democracias europeas fueron tan estables?
Da la impresión de que los países de punta, los que vos y yo miramos para decir ¿cómo hicieron? ¿Qué consensuaron? lograron una matriz de igualdad. Hay muy poca gente que queda fuera del sistema. Hay muy altos impuestos a los mayores ingresos, bajos impuestos al consumo cotidiano. Los ingleses hicieron una reforma impositiva, una reforma educativa, que nosotros no hicimos. La burguesía nuestra, hago siempre el mismo chiste: la burguesía norteamericana puede ser todo lo que vos quieras, pero es norteamericana. La alta burguesía argentina es norteamericana. No la pudimos construir, a pesar de los intentos.
También hay que entender que nosotros tuvimos un sector social que fue la oligarquía y no la burguesía. En EE.UU tuvieron en su momento una aristocracia, que es esa minoría, los mejores, los iluminados, con un sentido común de pertenencia, que dijeron 'les damos tierra a los inmigrantes, poblamos el país, repartimos y generamos granjeros'. Argentina no tuvo eso. Solo 200 familias se repartieron el 80% de la tierra productiva. Trajimos a los inmigrantes para que trabajaran para ellos, es decir nuestro modelo capitalista fue capitalista hacia fuera y bastante feudal hacia adentro, con los derechos restringidos.
Los que vivimos en la Patagonia sabemos que la estancia patagónica frenó cualquier posibilidad de desarrollo. No quería caminos, escuelas, mujeres. ¿Se desarrolló la Patagonia? No. El mínimo desarrollo tuvo que ver con YPF, no con los estancieros. Fijate en Esquel, nosotros no pudimos tener una textil. El Estado nunca la protegió.
Lo que está pasando en Chubut es de una provincia desquiciada. En ningún lugar del mundo podés explicar y que alguien te entienda que Chubut esté como está. Más allá del perfil de provincia que se construyó, no alcanza con la explicación de la corrupción. La corrupción no quiebra una provincia. El modelo la quiebra y la corrupción es una consecuencia. Es una provincia que regala los recursos naturales, que no le cobra a nadie impuestos. No recauda nada. Vos y yo no pagamos ningún impuesto provincial. Es absolutamente inviable. En este modelo lo sacás a Arcioni y lo ponés a Gandhi y no puede pagar igual los sueldos. Sumado a eso una dirigencia política muy inculta con poca formación política, que atraviesa por lo menos los tres sectores que hoy están dando vueltas. Los viejos dirigentes que entendían algo de la provincia no están.
—¿Qué proyecto de país es viable para Argentina en este contexto?
—Un país que nos contenga a todos.Gobernar un país es administrar los bienes y los derechos de los seres humanos. Para algunos esto es crecimiento, para otros es desarrollo. No es el mismo concepto. En la década del ´20 éramos el octavo país del mundo. La moneda argentina era la más fuerte del mundo, la oligarquía argentina pagaba con pesos argentinos los hoteles de París, pero el 60% de la población estaba afuera del sistema. Otros pensamos en el desarrollo: el crecimiento con inclusión. Esa es nuestra grieta. Lo que mide el desarrollo de un país es la cantidad de derechos que vos le das a la sociedad. Los países no se miden por el PBI. Y la derecha nuestra de lo único que habla es de limitar esos derechos. La derecha en el mundo no discute eso. Es la discusión que viene ahora ¿quién paga esta crisis? Eso va a definir el perfil de sociedad que vos vas a tener de acá en adelante.
El estado es la representación de cómo generás, el estado oligárquico representaba los intereses de esas 200 familias. La discusión del estado es central porque fija las reglas de juego, el mercado no resuelve los problemas elementales de la sociedad.
—Hablás de distribución de la riqueza y te pregunto cómo se genera esa riqueza por fuera de las manos concentradas
—En Argentina hay dos modelos de producción. Uno es el liberal agroexportador el "supermercado del mundo" que es vender comodities que van oscilando en sus precios. ¿La argentina está en condiciones de producir comida para 500 o 600 millones de habitantes? Sí. Pero ¿eso te permite construir un país para 50 millones de habitantes? No. Esto deja al país endeudado porque las materias primas son cada vez más baratas que los productos industrializados. Por lo tanto no solo te endeudás, sino que es un modelo de país para una sola región, dejando afuera a más de la mitad del país. Generás caída de mercado interno, caída de salarios, endeudamiento. El otro es el de sustitución de importaciones. Cuando vos me decís cuál sería la matriz productiva: yo te doy dos tres lineamientos: mercado interno, industrialización, sustitución de las importaciones. ¿Con qué arrancarías? Frondizi en la década del 50 hablaba de ventajas comparativas, no podemos industrializar todo, bueno, industrialicemos las cosas que tenemos: petroquímica, textil, automotor, agroindustria. En eso somos buenos. Entonces, protejámoslo. Ahora, vendé acero en EE.UU a ver si te dejan. Vendé autopartes. El italiano cuando te vende un par de zapatos te dice que son italianos.
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Ahora, para tener un proceso de industrialización necesitás dólares, nuestra fábrica de dólares es el campo, los comodities. Es muy difícil variar eso. La pregunta es ¿quién se queda con esa renta? Esa es la discusión. Porque cobran en dólares pero pagan todo en pesos. Es una renta diferenciada.
Es una falacia que el estado les saca bastante plata al campo. Nos cobra más a nosotros, al 80% de la población. Les cobra mucho menos que el resto del mundo. La otra discusión que viene es ¿quién vende afuera? Una es la situación actual: hay cuatro empresas que exportan el 80% de las materias primas. La otra es que el estado comercialice, como hace Alemania. Hicieron una ley. En Argentina no podemos cobrarle el 1% a los que tienen más de 3 millones de dólares. La carga impositiva es ahogante para clase media, no para los más ricos.
¿Y por qué al campo? Porque es la ventaja comparativa nuestra. Por eso tenemos que cobrarles a ellos. En Europa le cobran a la industria para que financie al campo. Acá es al revés. Nadie dice que los fundamos. Hay que tocar intereses. Gobernar es tocar intereses.
Hacia dónde vamos va a depender de nosotros, de los trabajadores, de los intelectuales. Nada de lo que te digo es marxista, es capitalismo puro.