Cóndor Quica: Especialista que la atiende confirmó que los perdigones no son recientes
La veterinaria de la Fundación Cullunche de Mendoza, que atiende a Quica, brindó detalles de su diagnóstico y confirmó que tiene siete perdigones en el cuerpo.
Jennifer Ibarra, quién además de Veterinaria es la presidenta de la Fundación Cullunche de Mendoza, donde trasladaron a la Cóndor Quica encontrada en el patio de una vivienda en Esquel, brindó detalles de su estado de salud. Confirmó que cuenta con siete perdigones en el cuerpo, de los cuales uno pertenece a un arma más grande, y que no son recientes debido a que no tiene heridas.
La médica veterinaria indicó que, en estos casos, el ave no cae al momento de recibir los impactos de bala, si no que continúa volando por un tiempo hasta que hace efecto en el cuerpo la intoxicación por plomo y cae. "Se pueden visualizar seis perdigones y uno más grande que parece corresponder a un arma de otro calibre que puede llegar a ser un 22", dijo.
Explicó que "esos perdigones en el cuerpo empiezan a eliminar metabolitos de plomo y la va intoxicando. Ese plomo genera problemas neuromusculares, es decir en el sistema nervioso central y por consiguiente en los músculos, entonces no pueden coordinar bien, volar y caen. También afecta al hígado, por lo que se le colocó una medicación que va captando las partículas de plomo en la sangre".
En este sentido, comentó que hasta el momento se le pudo extraer el perdigón que estaba más superficial. También cuenta con una lesión en el ojo derecho, "parecido a una catarata y un ala que no la mueve del todo bien, donde está alojada la bala más grande".
Detalló que la cóndor ingresó pesando ocho kilos trecientos cuarenta gramos y son aves que pesan, en caso de las hembras, "hasta 11 o 12 kilos por lo que está con un peso bajo. Tendría que tener por los menos 2 kilos más". Aunque destacó que Quica no tiene dificultad para comer, lo que es fundamental. "Come con ganas y eso es super importante porque nos ha pasado con otros intoxicados que demoran muchos días en empezar a comer", señaló.
Por último manifestó que se le extrajo sangre y están esperando los resultados para ver los niveles de plomo que tiene en la sangre. Cuando termina la primera etapa del tratamiento, se le vuelve a extraer sangre para ver si bajan los niveles de plomo. "Cuando bajan está listo y finalizado el tratamiento", aseguró.
Al ser consultada por el tiempo de recuperación y cuándo podría volver a su hábitat natural, señaló que es es muy difícil de precisar pero "no menos de tres o cuatro meses", precisó.