En el marco de la Expo Agua 2024 en Esquel, Valentín Frávoli y Alejandro Unchalo hablaron de CitricPlas, un emprendimiento en el que utilizan cáscaras de naranja, pomelo y limón para generar bioplásticos.

El proyecto surgió en el año 2021, cuando ambos estaban cursando el último año del secundario, en la orientación de Química en una escuela de Tandil. Allí les pidieron realizar un proyecto para poder finalizar el ciclo estudiantil y después de pensar mucho llegaron a esta iniciativa.

Vale señalar que el trabajo de investigación inició un año antes, en 2020, pero con la pandemia se vio limitado solo a la parte teórica. Recién al año siguiente pudieron realizar las primeras pruebas en el laboratorio.

El proceso de fabricación implicó la adición de almidón de maíz, algo que ya se usa actualmente en la producción de distintos polímeros. Eso dio lugar a una resina semi líquida y viscosa, que los jóvenes plancharon utilizando placas especiales hasta obtener una lámina fina de color amarillo que podía ser plegada y sellada.

Con eso armaron bolsitas que destinan a empaquetar distintos productos agrícolas como fertilizantes orgánicos y semillas.

Sobre esto, señalaron “las cáscaras forman nuestro plástico y cuando se termina de usar viene un periodo de degradación de entre 15 a 30 días en el suelo, ayudando al crecimiento de las plantas y brindándole nutrientes a la tierra”.

De esta manera, “comienza y termina en la tierra un círculo casi perfecto donde no se contamina ni se degrada ningún ecosistema”, indicaron.

Con el proyecto aprobado y ya egresados de la escuela, los jóvenes decidieron no dejar este camino en una mera tarea escolar y continúan con este emprendimiento de gran aporte al cuidado del medio ambiente.