Pichuco Cabrera: “Un formato mixto puede funcionar para La Hoya”
Camino a Colombia para perfeccionarse en medios de elevación por cable, el ex Subgerente de operaciones sugiere repasar el Plan Director para el destino del cerro. #EntrevistaEQS
Por Milagros Nores
"Hay planes para La Hoya que existen y fueron hechos por gente que sabe" nos cuenta el ex Director de La Hoya, Gabriel "Pichuco" Cabrera, de camino a su nuevo destino laboral.
Sus credenciales alcanzan y sobran para hablar de la montaña que lo cobijó desde niño. Es el mayor referente en medios de transporte por cable en varios centros de esquí del país y en esta entrevista se permite hablar a título personal sobre el pasado, presente y futuro de La Hoya. Reflota el "Plan Director" de La Hoya, confeccionado en 2004, en cuya previa participó y afirma que, con varias adaptaciones, sigue siendo aplicable.
Pichuco partió de Esquel rumbo a Latinoamérica con una oferta laboral que supone cada vez más especialización en asistencia técnica y montaje de medios de elevación por cable, su mayor expertise, aparte de ser un apasionado de la mecánica, un esquiador de raza, y haber forjado una carrera como instructor en el país y en Europa.
Por casi dos años recorrerá Colombia, Ecuador y posiblemente otros destinos siguiendo un proyecto grande de la empresa POMA, constructora global de teleféricos, telesillas, elevadores y otros medios de transporte urbano por cable.
La Hoya lo despidió una vez más, pero esta vez es distinto, porque es probable que cuando regrese las cosas hayan cambiado sustancialmente para el centro de esquí local, que se encuentra en un proceso complejo de tránsito desde el gerenciamiento público a una concesión.
-Terminaste tu tiempo de trabajo en La Hoya. ¿Qué podés contarme de estos años?
-Trabajé en La Hoya aproximadamente unos doce años, en forma interrumpida, porque en 2012 me fui a trabajar a Calafate con una empresa internacional. Hace tres años regresé y ahora tuve una oferta muy buena en Colombia con la empresa POMA. Acá yo estaba en la planta política así que no es que estaba mal, tenía una situación normal, con algunas cositas pero bueno el Estado tiene algunas cosas que mejorar. La actividad es bastante particular y no está adaptado del todo a lo que es cómo debería funcionar un centro de esquí.
-Cuál es tu opinión sobre el control estatal del cerro
-Más allá de todo soy partidario de que sea del Estado. Desde el Estado también se pueden hacer las cosas bien. Preferiría un Estado mejorado, ¿no? Las administraciones privadas por ahí se ven más prolijas con gente muy capacitada en lo que es comercialización que es la parte flaca que se tiene hoy a nivel local, pero en la parte de operación y desarrollo siendo del Estado hemos tenido años muy muy buenos.
-Y cuando decís que hubo años muy buenos, ¿a qué te referís?
-A nivel desarrollo se hicieron cosas muy buenas, como el Plan Director. La primera etapa en que se puso la silla cuádruple, yo participé de todo eso. Había gran voluntad política de invertir en La Hoya, se hicieron muchos análisis diagnósticos, hay documentos y proyectos muy buenos que no se han encadenado bien y no se han concretado.
-¿Pensás que por eso nos encontramos hoy con desinversión tanto en algunos medios como en lo que es servicios?
-Yo considero que técnicamente La Hoya está muy bien. Siempre estuvo en vanguardia, se compraron medios de elevación 0 km fabricados para el lugar donde están puestos, hubo mucha interacción con la fábrica en lo que es calidad de información, de herramientas, de mantenimiento, repuestos, y realmente en lo que es Argentina ha estado en vanguardia.
Si habrás visto la telecabina del Cerro Bayo, o en Bariloche las aerosillas son injertos, no de fábrica. Hay varios centros con medios readaptados que se frenan, no funcionan bien, acá todo lo contrario.
-¿Y por qué pensás que eso no puede sostenerlo un concesionario?
-Sí, sí, podría. Pero soy partidario de que cuanta más gente esté beneficiada mejor. En administración privada yo también he trabajado, se trabaja mucho más prolijamente, se exige también un poco más todo, tenés una comercialización que es superior, pero a nivel local creo que hoy hay más posibilidades, tenés un cerro más barato, por lo pronto. Habría que hacer un mix público-privado, con un estado mejorado.
-¿Existe en Argentina algún caso de ejemplo?
-Mirá, creo que en Argentina no hay, pero sí en el mundo se tiende un poco a esto. Y también hay modelos de gestiones que uno puede adquirir que están reglamentados; de administraciones mixtas, privadas, públicas, de responsabilidad compartida, varios modelos que te indican cuáles son los pasos a seguir.
-Si tuvieras que elegir en Argentina un cerro concesionado que funciona muy bien, ¿cuál sería?
-El centro de esquí que está más en vanguardia es Cerro Castor. Pero tiene características muy particulares también Ushuaia, ¿no? El hecho de no pagar impuestos, de no pagar fletes porque los barcos llegan hasta ahí. El resto de los centros de esquí siempre tuvieron desventaja, ahora se están revirtiendo algunos beneficios. Pero fijate que allá la primera inversión la puso el Estado, de ahí se dio una concesión de 20 a 30 años que el privado fue el que puso las confiterías y el resto de la infraestructura. Pero bueno, en ese momento cuando fuimos a montar los medios de elevación ya había un aeropuerto internacional, había un puente donde llegaban cruceros con 2500 personas. No sé si es un caso aplicable a la realidad de Esquel, que tiene un perfil de esquiador totalmente distinto.
-¿Qué sentís que pasó que dejó de venir tanta gente en los últimos años?
-No, no. Los números se vienen repitiendo, pero son bajos. Excepto 2006-2007 que vimos llegar bastante más cantidad de gente. Pero si ves desde la época que se hizo el Plan Director a hoy bajó la cantidad de vuelos, bajó la cantidad de camas, bajó la calidad de rutas. El problema es del turismo en Esquel, considero yo, no del centro de Esquí. Ese plan inicialmente mejoró algunas cosas.
-¿Qué contemplaba el Plan Director?
El proyecto del Plan quedó medio trunco porque se hicieron algunas cosas mal como el edificio sin terminar (en la base del cerro). El edificio original, no este proyecto que se hizo, comprendía todos los servicios: alquiler, escuela de esquí, boleto, confitería, terraza.La Hoya tiene problemas básicos, hay que hacer mucha inversión en lo que es hoy almacenamiento de combustible, no tenés un baño en la base. Y tiene una operación en la cota 1600 que es complicada, cuando hay días de viento. Tendría que haber una alternativa un poco más abajo, pero para eso necesitás servicios. En eso todavía queda mucho para invertir. Es lógico que también hay falta de recursos y tampoco se le puede pedir a la provincia todos los fondos para invertir.
Hoy tenés una confitería incendiada. En ese sentido si hoy hubiera un privado que tuviera dinero para realizarla, yo estaría totalmente de acuerdo, porque todas las administraciones mixtas que conozco, el privado pone mucha plata ante una necesidad. Pero acá, los modelos que he escuchado, el estado sigue poniendo todo y el privado recauda donde más dinero ingresa que son las confiterías, rental, eso es lo que da ganancia, lo que es medios de elevación es difícil amortizar esa inversión.
-Entonces, dada la situación actual de La Hoya, ¿CORFO es la mejor opción?
-No. CORFO también tiene muchas falencias, es una herramienta que por momentos se ha utilizado bien. Yo te soy sincero, me pone contento que se hable un poco más de La Hoya, que haya gente interesada en un proyecto y se interiorice porque trabajando en ella fue bastante ingrato en el sentido de que la gente en Esquel no la tenía con orgullo a La Hoya, siempre era una molestia.
-¿Cuál es tu impresión sobre lo que pasó con La Piedra?
-Yo no soy experto ni perito. Nosotros fuimos el primer grupo que llegó. Es muy difícil que haya sido atentado, pero varias veces notamos que no se mantenía bien. Este año hubo bastante descuido. Pudo haber sido un accidente y claro, negligencia. En otras concesiones se hacían muchas más inspecciones y se estaba más encima.
-¿Participaste de algunas reuniones o de las convocatorias después de lo que pasó?
-De la última mesa no estuve muy enterado tampoco. Sí me invitaron a una reunión con gente de la Cámara de Comercio hace un mes, que fue muy interesante en donde pude participar y dar mi opinión sobre cómo encadenar de vuelta un desarrollo. Yo había presentado proyectos que quedaron truncos.El tema es que se estaba hablando de construir una confitería La Piedra de más de 1000 m2 y yo refloté lo que se había propuesto en ese plan director, con una adaptación y se mostraron interesados. Ese Plan estuvo muy bien hecho.
Básicamente consiste en cortar la silla uno hasta la Intermedia, armar la confitería o un parador para repartir un poco más la gente y generar otro punto neurálgico de peatones y principiantes.
-¿Y en su momento no se llevaron adelante por qué razón?
-Lo que pasa es que ese plan de desarrollo llevaba aparejado el crecimiento del pueblo. El cerro tiene más capacidad que las camas de Esquel. Y el Plan Director iba a una capacidad que hoy no existe, con más transporte también. El perfil del esquiador argentino es raro, porque no entiende tanto de esquí, pero sí entiende de hotelería, de restaurantes, y a la hora de elegir un destino la gente quiere paquetes armados. Se necesita trabajo de agencias, de coordinación, de promoción, eso faltó en CORFO. No hay agencias que te organicen la alternativa.
Otro tema es el político, porque que cada cuatro años es borrón y cuenta nueva y no hay un seguimiento del plan de desarrollo a largo plazo. Yo siempre fui partidario de que haya un directorio que maneje el cerro que trascienda lo político para poder dar continuidad. Podría ser que CORFO o algún otro organismo la maneje y ahí sí que cada concesionario ponga plata y brinde los servicios en forma privada.
-¿Cuál es tu deseo para La Hoya?
-Creo que es un lujo para Esquel tener La Hoya pero no tenerla vacía, porque tiene mucho potencial. Es el segundo lugar del país después de Las Leñas con la mejor nieve, es reputada a nivel internacional. Creo que si se coordina bien, me gustaría que siga siendo un centro de esquí accesible para Esquel. Y creo que todo está en cómo se hacen los pliegos.
Voy a darte un ejemplo que es Andorra, Grandvalira es una estación histórica que acaba de concesionarse de nuevo. El tipo todavía no entró y ya puso una telecabina, y en el pliego figura que debe tomar a todo el personal que estaba y además le exigen una confitería y otras cosas. Creo que para arrancar puso 8 millones de euros.
-Es decir que a un concesionario se le puede exigir que tome al mismo personal que ya está...(algo que los trabajadores de La Hoya consideran poco probable)
-Sí. Generalmente es así. En los casos que conozco los obligan a tomar la misma cantidad de empleados. Insisto, hay pliegos armados que ya están reglamentados con todos los formatos y que se pueden conseguir.
Finalmente, Pichuco insiste: "Hay que hacer bien el pliego". Nada más, ni nada menos.