Este fin de semana largo los inspectores de tránsito realizaron los controles de rutina. En los operativos se detectaron 17 infracciones, de las cuales hubo ocho secuestros de vehículos por alcoholemia positiva.

El Jefe del Departamento de Tránsito, Walter Vázquez, se refirió a uno de los casos de alcoholemia positiva, en el que un joven aseguró ser alérgico al plástico de la pipeta con la que se sopla el alcoholímetro. "Las pipetas vienen selladas en plástico en forma individual, pero el se negó a soplar y terminó diciendo ´que venga la ambulancia y me saque sangre pero a la pipeta no la voy a soplar´".

Lo que no imaginó este joven es que el control se puede realizar igual sin la pipeta, soplando directamente. "De todos modos le dio positivo y se le secuestró el vehículo". confirmó Vázquez, y recalcó que "cuando alguien se niega a realizarse el control se toma como presunción de ebriedad".

"En el procedimiento se le hace un dosaje con el alcoholímetro y pasados los quince minutos se le vuelve a repetir -explicó Vázquez y se refirió a la reincidencia- hemos vuelto a agarrar en infracciones a personas que ya tienen antecedentes y la multa es mucho más cara" advirtió.

Por otra parte, informó que además de no pasar el test de alcoholemia había autos que no contaban con documentación, y hubo un caso que además de los papeles andaba sin paragolpes y sin luces.

Los controles se llevaron al cabo en calle Roca y Rivadavia.