Este lunes se agotó el plazo establecido para que el líder mapuche Jones Huala apele la medida de expulsión que decidió el gobierno de Gabriel Boric y regresó al país, luego de ser trasladado por Carabineros desde la localidad de Valdivia hasta la frontera entre ambos países. 

Jones Huala quedó en libertad hace más de 10 días y poco después el gobierno trasandino dispuso la expulsión del país, a través de una decisión que emitió el Ministerio del Interior.

Sin embargo, a los pocos días, volvió a ser detenido por un altercado que mantuvo con uno de los médicos que lo asistía, quien le negó el alta médica y ordenó que permanezca bajo estrictos cuidados médicos.

Ese episodio, que lo llevó a los tribunales de Nueva Imperial, aceleró el proceso clínico y los facultativos finalmente decidieron darle el alta.

El regreso al país no fue inmediato porque aún transcurría el plazo para apelar la expulsión que ordenó el gobierno de Chile, aunque vencido ese plazo, este martes se concretó la expulsión.

Según publica Infobae, vecinos autoconvocados de Bariloche repudiaron el regreso del activista al país y emitieron un comunicado para expresar no sólo su preocupación por el regreso sino también repudiar su presencia en el país. 

Los autoconvocados afirmaron que Jones Huala “ya incurrió en actos violentos de traición a la Patria, por desconocer a nuestro Estado argentino, en favor de otra Nación que no reconoce nuestras leyes ni nuestra soberanía”.

Días atrás, en el mismo sentido, solicitaron a las autoridades nacionales que refuercen las medidas de seguridad en Villa Mascardi, ante el temor de que intente instalarse en ese sitio, donde desde 2017 la agrupación Lafken Winkul Mapu protagonizó numerosos episodios violentos, usurpaciones y ataques incendiarios.

En cuanto al destino de Jones Huala, sus representantes legales en el país afirmaron que permanecerá en Bariloche durante algunos días, en el predio donde reside su madre Isabel.

Sin embargo, confiaron en que el plan sería seguir rumbo hacia la provincia de Chubut, para instalarse en Cushamen, donde reside la comunidad que lo tuvo durante varios años como referente. 

El regreso al país de Jones Huala estaba previsto para junio de este año. Sin embargo, un cálculo disímil confeccionado por la Gendarmería del país vecino extendió la permanencia en Chile. Para repudiar la prolongación de su estadía en prisión, el mapuche inició una huelga de hambre seca que le trajo innumerables dificultades médicas, que incluso lo mantuvieron internado en el hospital Intercultural de Nueva Imperial, con una fuerte custodia de seguridad.

Finalmente, la Corte Suprema de Chile falló a favor del planteo del mapuche, sostuvo que estaba detenido ilegalmente en el país y ordenó su inmediata liberación.