Así lo confirmó el director del área de Bromatología, Benjamín Lobos, quien se mostró muy conforme con el trabajo realizado por los integrantes de “Pan y Esperanza”, e informó que ya cuentan con su carnet nacional de manipulación de alimentos.

Luego de 3 meses de encuentros periódicos con los cocineros, en los que se desarrollaron todos los conceptos abarcados por el manual de manipulador de alimentos, y habiendo corroborado el trabajo de los emprendedores en la cocina de la residencia deportiva de la municipalidad de Esquel, los inspectores y el Director Técnico del área de Bromatología, dejaron asentado en actas que el trabajo de los cursantes en la cocina, demuestra claramente el conocimiento y conciencia acerca de las buenas prácticas de manipulación de alimentos y el uso de las mismas durante sus trabajos.

En cumplimiento de la declaración del artículo 21 del código alimentario argentino que establece que “cada jurisdicción podrá adaptar/complementar los contenidos mínimos en función de la necesidad local y el público destinatario”, la oficina de bromatología dictó el curso de manera exclusiva al equipo de “Pan y esperanza”, con el objetivo de implementar un mecanismo de enseñanza y evaluación conforme al requerimiento de cada equipo o institución. 

De esta manera, se hicieron acreedores del carnet nacional de manipulador de alimentos que les permitirá contar con una herramienta mas para insertarse en el mundo laboral.