Una joven de 22 años fue imputada por “estafa” tras realizar compras ilegítimas por un total de casi un millón de pesos usando una tarjeta de débito extraviada de un jubilado de 88 años. Ocurrió en Puerto Madryn. 

La víctima, al notar el uso fraudulento de su tarjeta, efectuó la denuncia y, gracias a su aviso, la Fiscalía y la División de Investigaciones de la Policía comenzó una investigación.

La policía analizó la lista de compras y determinó que en dos locales comerciales había cámaras de seguridad. Al revisar los registros pudieron identificar a la joven que hizo las compras. 

El martes, a partir del seguimiento de los movimientos bancarios de la víctima y de las cámaras de seguridad, se allanó el domicilio de la joven y se secuestraron los elementos comprados, así como la ropa que vestía al momento de efectuar las compras y su celular.

La chica deberá enfrentar cargos por los delitos de “estafa”, que sancionan con una pena de un mes a seis años de prisión. 

Qué dice la ley

El Código Penal argentino, prevé en el inciso 15 del artículo 173, especifica que penará a quien “defraudare mediante el uso de una tarjeta de compra, crédito o débito, cuando la misma hubiere sido falsificada, adulterada, hurtada, robada, perdida u obtenida del legítimo emisor mediante ardid o engaño, o mediante el uso no autorizado de sus datos, aunque lo hiciere por medio de una operación automática”.

Fuente: Fiscalía de Puerto Madryn