Corina Fernández, sobreviviente de un intento de femicidio “me tenía que salvar para contarlo”
Su ex pareja se disfrazó y le disparó a sangre fría en la puerta del colegio de sus hijas. Hoy vive con dos balas en el cuerpo y está en Esquel para presentar la película NO ME MATES proponiendo el debate para prevenir y concientizar sobre la violencia de género. #Video
En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se proyectará el documental “No me mates” que narra la historia de Corina Fernández, quien viajó a Esquel especialmente para participar de ésta actividad de difusión, debate y reflexión.
Corina protagonizó un de los casos más trascedentes de violencia. Es una sobreviviente a una tentativa de femicidio. En diálogo con Eqsnotas.com, nos contó en primera persona su historia y su trabajo para ayudar a las mujeres en situaciones de violencia.
La mañana del 2 de agosto de 2010 Corina Fernández se despertó y preparó a sus hijas de 9 y 10 años para llevarlas al colegio en Palermo, Buenos Aires. A la misma hora su ex pareja, Javier Weber, se disfrazó de anciano, se puso una peluca y preparó un revólver calibre 32.
Esa mañana, ella dejó a las chicas en la escuela y cruzó la calle. Javier se le acercó, la llamó por su nombre y le disparó seis veces. “Te dije que te iba a matar, hija de p…”, le dijo mientras le pegaba el arma al pecho. Acertó tres tiros, erró dos y el sexto no salió.
“Me baleó y después se fue caminando como si nada a la que era nuestra casa y ahí se empastilló. Pero la Policía lo encontró, lo llevaron para que lo desintoxiquen y lo llevaron a la cárcel”.
Un año antes de ser baleada, Corina Fernández recibió una brutal paliza a manos de Weber, quien la tuvo once horas cautiva en su domicilio mientras le tiraba cuchillazos como un tiro al blanco. Por ese episodio, la Justicia lo condenó a un año y seis meses de prisión en suspenso y le puso una restricción de 500 metros.
Sin embargo, durante más de un año, Weber violó sistemáticamente esa orden, acosó e intimidó a Corina personalmente y por teléfono.
Corina lo había denunciado 80 veces por amenazas. Se habían separado hacía un año y medio, y él no dejaba de repetirle que la iba a asesinar a ella, a las nenas y que se iba a pegar un tiro.
Contó que las maneras de ejercer violencia sobre ella eran variadas. “Él no me daba una trompada pero me tiraba un vaso de agua, me ha llegado a tirar un plato de fideos”.
Corina estuvo internada 21 días en terapia intensiva y actualmente vive con dos balas en uno de sus pulmones. “De lo único que me acuerdo es de los dos últimos días porque de todo el resto del tiempo que estuve en terapia, estuve prácticamente en coma inducido”.
Luego de varios años que pasaron de ese terrible hecho, Corina considera que sobrevivir fue “un milagro” y agregó “creo que me tenía que salvar para esto. Creo que es mi misión en la vida, cada vez que yo pueda ayudar a una mujer y que aunque sea una se anime a hablar para mí la misión está cumplida”.
Su caso es emblemático porque fue la primera vez en el país que un hombre fue juzgado y condenado por tentativa de femicidio. Le dieron 21 años de cárcel. Pasó cuatro detenido y murió enfermo y preso.
Ella se recuperó y protagonizó una película sobre su caso como manera de prevenir y concientizar sobre la violencia hacia las mujeres.
En relación a la violencia, señaló que se lo liga sólo al machismo y al patriarcado. Sin embargo, si bien son una parte fundamental, destacó la necesidad de hablar sobre el maltrato infantil asociado a la violencia. Es decir, ”las distintas heridas que traemos de la infancia que pueden ser de abandono, de rechazo o de humillación".
Y agregó que “la violencia es el síntoma postraumático del maltrato infantil”.
Siguiendo con esta línea, contó que su herida “es el abandono”. La madre de Corina se casó muy joven y por este motivo vivían con sus abuelos maternos y prácticamente fue criada por ellos. Pero cuando tenía 5 años sus abuelos se fueron a vivir a Beirut y no los vio más hasta los 13 años.
Luego, a la edad de 15 años, Corina se puso de novia y después de tres años, su novio se fue a vivir a Estados Unidos junto a sus padres, es decir, “de nuevo se repitió la historia”.
Corina afirmó que relata todo esto porque cuando eligió al padre de sus hijas, explicó que no lo hizo desde un lugar sano. “Lo elegí desde mi carga traumática que era el abandono”.
Por ello, habló de los vínculos y cómo detectar que no van a ser sanos. “Las relaciones donde vemos que están constantemente discutiendo, controlando, celando y que viven en estado de alerta permanente, sabemos que son vínculos que no van a terminar bien”. Y destacó la importancia de conocerse y conocer las heridas que traemos y tenemos.
Comenzó a trabajar en la Dirección General de la Mujer de Buenos Aires y luego siguió en este camino. Contó que conoció a Graciela Ferreira, que creó la Asociación Argentina de Prevención de la Violencia Familiar, donde trabaja constantemente en la ayuda a mujeres.
Este 8 de marzo se proyectará en el Centro Cultural Melipal el documental "No me mates", película dirigida por Gabriel Arbós que retrata la historia de Corina Fernández, una mujer que sobrevivió y hoy aporta su grano de arena para que muchas mujeres salgan del contexto de violencia en el que están inmersas y puedan vivir otra vida tal como lo hizo ella.